Según contabilidad del Observatorio de Conflictividad Social, el primer semestre de este año acusa 6.369 manifestaciones: 35 diarias. El 72% de ellas: 4.589, fueron de rechazo al Presidente y a la feroz represión contra protestas, que superan en número a las de la última década. Además representan un incremento del 278% de las registradas en 2013, que fueron de 1.687.
Encuestas corroboran ese rechazo. Datanálisis revela que Nicolás Maduro sólo tiene 37 % de popularidad por lo que se infiere que un 63 % lo cuestiona. En cuanto a la situación, tres de cada cuatro ciudadanos dicen que es negativa.
Ante ese panorama los partidos de oposición representados en la desfasada Mesa de Unidad Democrática (MUD) están enfrascados en un debate sobre La Salida, interpretada como la deposición del Presidente, que el sector que la promueve, complementa con una Constituyente.
De acuerdo a la Carta Magna esta propuesta tiene como objeto “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”. Desechada queda la Enmienda y la Reforma, con las cuales se podría lograr la modificación, revisión o sustitución de uno o varios artículos.
No debe obviarse la facultad del pueblo a desconocer “cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos” (Art. 350 de la CRBV).
Leopoldo López dirigente de Voluntad Popular, preso en cárcel militar, estima oportuna la convocatoria de la Constituyente, “porque es urgente el debate y el acuerdo sobre el modelo de Gobierno y de Estado a seguir. ¿Cuál es el modelo económico? ¿Cómo garantizar los derechos de todos? ¿Cuál es la responsabilidad de los militares? ¿La descentralización?”
Son normas consagradas en la vigente Ley Suprema, pero en su opinión “la Constitución no es el problema, es el pacto social que hoy está roto por el secuestro del Estado venezolano”.
No consideramos pertinente centrar el debate en la Constituyente, porque sería distraer la atención sobre el macabro cuadro de la crisis.
Angustiante debe ser que el régimen se apropie de la propuesta.
Cuando en agosto de 2013 Henrique Capriles, señaló que estaba en estudio, de inmediato Maduro respondió: “hablan a lo loco de una constituyente. Si se lograran recoger las firmas y activar los mecanismos, no tengo ninguna duda de que la revolución ganaría ampliamente y radicalizaríamos aún más la Constitución».
Replanteada ahora reiteró: “Les meteremos una goleada de espanto a los que proponen la Constituyente”.
Consciente está el líder López que “el problema con esta propuesta es que ya hemos ganado y no ha sido reconocida la voluntad popular. Así pasó con la elección parlamentaria. Ganamos el voto popular con el 52% pero el oficialismo obtuvo mayoría de diputados y desarticularon la AN con habilitantes, destitución de diputados y minimizando impacto de esta instancia”.
La salida señores se logra aplicando la vigente Constitución.
AL MARGEN. Cinismo. Diosdado Cabello acusa a la oposición de quemar actas de primarias, pero él niega acceso a las de sus elecciones.