La central Ipostel, localizada en el Edificio Nacional, al centro de Barquisimeto, está colapsada.
El personal trabaja en condiciones de hacinamiento, pues 12.000 computadoras Canaima reposan en los pasillos, depósitos y oficinas de la sucursal local.
Esa es la cifra extraoficial de “canaimitas” devueltas únicamente en el estado Lara.
Los padres o representantes regresan las portátiles con menos de un año de uso por fallas en el sistema operativo, problemas con la señal y la razón más común: daños críticos ocasionados por los mismos usuarios (derraman café y agua por accidente, además de las caídas).
El reemplazo de “canaimitas”, ensambladas y distribuidas por el Gobierno, sin costo alguno, no es un asunto exclusivo de Lara. En estados como Zulia y Monagas las colas son interminables.
Los cambios de equipo en la entidad no se realizan en Ipostel. Ahora, los padres deben hacer un reporte previo a través de la línea telefónica 0800Canaima.
Aunque la oficina Cantv Obelisco, ubicada en la calle 57 con carrera 17, es la receptora de portátiles, éstas son enviadas a la central de Ipostel, donde el espacio físico es insuficiente.
Ipostel sin papel, ni lapiceros
El personal de Ipostel no solo debe lidiar con el hacinamiento. Empleados consultados indicaron que el conflicto laboral no está resuelto, pese a la destitución del director nacional y las promesas que hiciera el Gobierno.
En la sucursal local siguen sin material de oficina. No tienen hojas blancas ni lapiceros para completar las operaciones más básicas.
Más de 300 trabajadores en Lara esperan la homologación de sueldos y salarios. El organismo tampoco ha cancelado los pasivos laborales.
En el caso regional, el personal fijó un plazo de una semana, a la espera del aumento pendiente.
De no producirse el pago entre el próximo miércoles y viernes, están dispuestos a protestar.