Un proceso de educación liberadora, autónoma e independiente de modelos académicos extranjeros, es la premisa del Estado mediante la distribución de los textos de la Colección Bicentenario, a fin de generar una sociedad crítica y contextualizada con la realidad del país. Así lo considera la profesora Lilian Rodríguez, quien es co-autora en los libros del área de Ciencias Naturales.
La especialista relató que en el 2010, junto a otros profesionales, se encargó de llevar a cabo una propuesta de cambio para el área de Ciencias, acorde al nuevo modelo educativo que estaba implementando el estado mediante la Ley Orgánica de Educación (LOE) y el Currículo Bolivariano.
“En primer lugar, hicimos un diagnóstico de las necesidades, donde se reflejó que hay un déficit del 40% de docentes en Ciencias, situación que fue generada a raíz de que se estaba impartiendo un área descontextualizada, desarticulada y que no respondía a los fines del Estado, sino que respondía a la ciencia elaborada en centros de poder hegemónico”.
Por tanto, rebatió que este proceso haya sido improvisado, puesto que se sostienen de una propuesta con carácter filosófico, donde conciben al ser humano dentro de un desarrollo continuo de sus potencialidades.
“Dicha proposición abordó también la formación docente y el proyecto curricular. En el caso de las Ciencias Naturales, dentro de un enfoque experimental, un método que comienza por una hipótesis donde todos los métodos que aplicamos refieren a responder tal hipótesis”, explicó.
“Tomamos como insumo las actualizaciones de científicos a nivel mundial, y sus aportes epistemológicos contemporáneos; pero también tomamos a Simón Rodríguez, cuando plantea la educación social. Él es nuestro maestro por excelencia, quien le instruyó a Bolívar la idea del estado docente, enfoque que luego es tomado por Luis Beltrán Prieto Figueroa”, prosiguió.
Al consultarle si los textos se fundamentan en un pensamiento único, Rodríguez respondió que todo tipo de educación sea de carácter positivista, pragmática, sociocrítica entre otros modelos, cuenta con una base filosófica, ontológica, teórica y metodológica.
“La educación es política, es una política de Estado, y eso está en todos lados como la Constitución, el Plan de la Patria y en la LOE. Los cambios no se dan de la noche a la mañana, primero deben pasar algunos procesos para su consolidación”.