Combatientes de una filial de al-Qaida le arrebataron el control de un pueblo fronterizo en el norte de Siria a rebeldes rivales, reportaron el martes activistas, en momentos en que los combates intestinos amenazan las ganancias de la oposición.
El Frente Nusra capturó el pueblo de Haram, en la provincia de Idlib, dijo Rami Abdurrahman, del Observatorio Sirio de derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. El pueblo fue tomado tras semanas de choques entre el Frente Nusra y sus exaliados entre los grupos opositores apoyados por Occidente, que previamente estaban unidos en la campaña para derrocar al presidente Bashar Assad.
Un portavoz de algunos grupos apoyados por Occidente, Hussam al-Marie, confirmó los combates. Otro grupo rebelde, el Movimiento Hazzm, dijo esta semana que no colaboraría más con el Frente Nusra.
Los combates comenzaron al parecer luego que combatientes de Nusra abandonasen un frente amenazado por fuerzas del gobierno cerca de la ciudad norteña de Alepo. La situación empeoró más tarde cuando rebeldes acusaron a milicianos de Nusra de no ayudarles a retener una carretera estratégica en el centro de Siria. Más tarde, milicianos de Nusra chocaron con un grupo rebelde cerca de la ciudad norteña de Darkoush, dio al-Marie.
Si los combates se extienden, eso podría amenazar los avances de los rebeldes en Siria. Las fuerzas rebeldes están ya debilitadas por victorias gubernamentales y luchas que comenzaron a finales del año pasado contra milicias de un grupo extremista llamado Estado Islámico para Irak y el Levante.
Ese grupo controla ahora el arco del río Éufrates desde cerca de la frontera con Turquía hasta dentro del vecino Irak.