Justin Bieber sigue teniendo problemas con las autoridades estadounidenses. Hace unos días le condenaron a dos años de libertad condicional por lanzar huevos a la fachada de un vecino de su antiguo barrio, Calabasas.
Sin embargo, esto no le ha servido al cantante para reconducir su conducta. Ya que el fin de semana pasado, celebró una fiesta en su domicilio de Los Ángeles con la múscia excesivamente alta. Tan fuerte sonaban las canciones que la policía fue llamada hasta en seis ocasiones por los vecinos, según informa el portal «TMZ».
Esto podría suponer una violación de la libertad condicional. Aunque las autoridades señalaron que en todas las ocasiones que le pidieron bajar el volumen, Justin lo acató.
Pero no terminan aquí sus problemas, Bieber está pendiente de un proceso judicial. El pasado mes de enero, la policía de Miami le detuvo cuando conducía bajo los efectos del alcohol y la marihuana. Además el carné de conducir lo tenía caducado, hecho que podía suponerle una pena más fuerte.
