El amor no entiende de edad. Eso es lo que debieron pensar hace un año Saneie Masilela (un niño de apenas 9 años) y Helen Shabangu (de 62) cuando se casaron en Sudáfrica. Sin embargo, parece que su amor no se ha evaporado 365 días después ya que, como dictan las tradiciones del país, la pareja ha renovado hace pocos días sus votos en Mpumalanga (al norte del país) frente a un centenar de invitados.
Según afirma la versión digital del «Daily Mail», esta extraña historia de amor comenzó hace aproximadamente un año cuando Saneie Masilela (todavía en la escuela) sorprendió a sus padres al afirmar que sus antepasados le habían dicho que debía casarse con Helen Shabangu, una mujer de 61 años amiga de la familia. Lejos de tomarse a la ligera la noticia, su madre solicitó a la sexagenaria que contrajese matrimonio con su hijo. Para ello, le llegó a ofrecer 600 euros para sus gastos y 2.000 para sufragar la boda.
Helen aceptó –aunque ya tenía marido y cinco hijos- y, al poco, la ceremonia se produjo a pesar de las críticas de los habitantes del pueblo. En un intento de defenderse, la madre del pequeño ha afirmado en varias ocasiones que el matrimonio no fue nada más que un acto simbólico y, tras la boda, todo siguió igual, algo que no ha convencido demasiado a los detractores de esta pareja.
«Después de la boda del año pasado la gente sigue preguntándome cómo viven juntos, cómo duermen juntos o cómo van a tener hijos, pero yo sigo explicándoles que después de la boda todo volvió a la normalidad. Sólo queríamos hacer a nuestros antepasados felices. Si no hubiéramos hecho lo que decía el niño algo malo hubiese pasado a mi familia», ha explicado la madre del niño en declaraciones recogidas por el «Daily Mail».