Muchos pasos, el sonido de un disparo, seguido de otros pasos y otro disparo fue el aviso de que en la calle principal de Tarabana III, Cabudare, municipio Palavecino, se había cometido un homicidio.
En medio de la calle, tendido boca abajo, estaba el cuerpo de un adolescente de 17 años, a quien asesinaron de un impacto en la frente.
Estaba bebiendo
«Niño vente conmigo; niño párate», gritaba entre lágrimas uno de los hermanos del joven.
Ninibeth Rodríguez abrazaba a otra dama, sus lágrimas corrían por su rostro mientras veía tendido al menor de sus cinco hermanos.
Aseguró que nunca la familia había pasado por un suceso semejante. Comentó que a las 2 y 46 de la madrugada vio por última vez a su hermano y le dijo que se fuera a la casa.
El adolescente estaba junto a ella en casa de una amiga, bebiendo, tan solo a media cuadra de su residencia, específicamente en el callejón 2 de Colinas del Sur, en Cabudare.
Según le dijo su amiga a Ninibeth, ella no se percató cuando salió el joven de su residencia.
Sin embargo, investigadores del Eje Contra Homicidios del Cicpc están investigando qué pudo pasar en esa residencia o si el adolescente se encontró con alguien al momento de salir de la morada. Dicen que fue perseguido por unos sujetos; el muchacho bajó escapando de sus atacantes por una escalera y estos lo alcanzaron en la avenida principal, lugar donde le dieron muerte.
El cuerpo del adolescente quedó a 200 metros del Pdval de Tarabana III.
La hermana de la víctima fatal aseguró que El Niño, como lo llamaban de cariño, era sano, no tenía problemas con nadie, pero confesó que sí le gustaba mucho beber.
El jovencito no terminó de estudiar. Quedó en cuarto grado y desde hace años trabajaba empaquetando la comida en un supermercado chino, cerca de su residencia.
Sabuesos del cuerpo detectivesco manejan el crimen como una venganza, por la forma como se dieron los hechos. En el lugar no había concha alguna que pudiese haber quedado como evidencia. Aún determinan si el arma utilizada fue una pistola calibre 38. Esperan la autopsia de rigor para recuperar el proyectil de su cuerpo.
Cinco heridos
En Agua Viva, en Palavecino, en distintos hechos fueron baleadas dos personas. La primera fue Freddy Israel Rodríguez (19), quien reside en la calle 45 con Bella Vista. Lo montaron en un vehículo a las 3 de la tarde y le dieron un disparo en el pecho, uno en la espalda y en la región maxilar. A las siete de la noche, de múltiples impactos, hirieron a Cristóbal Valentino Lucena (18)
En horas de la mañana de ayer, a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, ingresaron los hermanos Sorvi Ricardo Rivero (25), Zorlly José Rivero (27) y su amigo Edixon Jesús Fréitez Daza (19), quienes indicaron que les dispararon para robarlos. El primero tenía múltiples heridas; el segundo en la pierna izquierda y el tercero en el brazo derecho.
Por un allegado se conoció que con ellos andaba un funcionario de la Guardia Nacional, con quien estaban celebrando el cumpleaños de Zorlly Rivero. El castrense, horas antes, había herido sin querer a un amigo. A las cinco de la madrugada todos estaban desayunando y comentaron lo ocurrido con el uniformado quien se molestó y, presuntamente, sacó su arma y les disparó para que se callaran.
