Soledad es lo que se podía percibir en los edificios La Pastoreña, urbanización localizada en la zona de Yacural.
En la entrada, un camión de la Policía del estado Lara, con tres efectivos, da la “bienvenida” a quienes acuden al sitio.
A pocos metros, la caseta de la vigilancia interna está custodiada por dos funcionarios de Polilara quienes chequean el ingreso de residentes y visitantes.
En la misma caseta se pueden observar signos de la violencia que han dejado los enfrentamientos entre los residentes de La Pastoreña y los ocupantes: los vidrios rotos, la puerta destrozada. A un lado quedó uno de los carros que fue quemado el pasado miércoles.
Al entrar a la urbanización las torres se observan desoladas, en medio de los terrenos que han sido invadidos se encuentra un camión Coem de la Policía del estado Lara, en donde se encuentran cinco efectivos, lo cual suma un total de diez uniformados que destinaron para custodiar esta zona.
Del lado de los terrenos invadidos se observaban las carpas y ranchos provisionales que han montado, pero había poca presencia de personas, en especial de niños que era lo que más se veía en el lugar, cuando correteaban y jugaban de un lado a otro.
Hasta ahora ambos lados han respetado la presencia de la Policía y ninguno ha incitado a la violencia, ni tampoco pasan de los lindero
Se han protegido
Del lado de los ocupantes se conoció que se han llevado algunos niños para resguardar sus vidas, por si sufren otro ataque como el del miércoles cuando dos personas fallecieron, entre ellas un adolescente, y tres resultaron lesionadas.
Por su parte los residentes de La Pastoreña, después de las acciones violentas, muchos han decidido recoger sus cosas e irse con familiares por unos días. Indican que viven en zozobra e incertidumbre y prefieren no estar en las residencias para no vivir en angustia.
Hay soledad pero también el ambiente se siente tenso y cada bando está alerta por lo que pueda suceder.
Mientras tanto, residentes de La Pastoreña y ocupantes esperan por las investigaciones de las autoridades para determinar el destino de los terrenos.