Durante la tarde de este jueves, volvió a quedar cerrada con barricadas la entrada de Barquisimeto para quienes vienen de las principales regiones centrales de Venezuela, lo que una vez más constituyó una perturbación al libre tránsito vehicular por la zona.
El desorden y el caos imperó, originando colas y tensión en la zona por la quema de montones de basura en los alrededores de El Cardenalito del Este, las cuales atravesaron en plena vía quienes llevaron a cabo la manifestación.
Se trata de una situación que afecta el orden público y que como recordatorio comenzó el 14 de febrero en Venezuela, con cientos de heridos en Lara, y varios fallecidos a tiros en otras regiones del país, caso Táchira, Caracas y esta entidad con la muerte de un hombre frente a la sede de la Universidad Fermín Toro, en el sector El Ujano, entre otras, la cual no detiene su accionar de calle.
En el caso de la entrada de la ciudad, los protestantes la convirtieron en lugar emblemático para exteriorizar sus quejas ante las políticas aplicadas por el Gobierno nacional, principalmente en materia económica, lo que mantiene prácticamente paralizado el aparato productivo del país con la fuga de divisas por concepto de importaciones, contrario a la inversión que debe aplicar al mercado interno para desarrollar el parque industrial, agrícola y pecuario que contribuya a la satisfacción de la población en la adquisición de bienes y servicios, sin necesidad de las actuales colas motivado a la escasez de productos que se están dejando de producir en el país.
Esa es una de las preocupaciones que exponen los jóvenes y personas adultas que salen a este sitio a protestar, sumado al problema de la inseguridad personal y al desabastecimiento que afecta gravemente a la población en general.
Pese a la intervención de funcionarios de la Guardia Nacional, a bordo de tanquetas, de escuadrones motorizados de este cuerpo castrense, así como de comisiones antimotines del Cuerpo de Policía de Lara, los manifestantes no se detienen y continúan desafiando a la autoridad, fundamentándose en el derecho constitucional a la protesta.
Si bien durante las transmisiones de los partidos del Mundial Brasil 2014 bajó la magnitud de esta nueva forma de salir a la calle a decir las inconformidades propias en un sistema democrático, en El Cardenalito del Este regresaron horas después de culminar el evento deportivo.
Otro punto de reflexión es que las políticas gubernamentales siguen sin doblar su curso, ajeno un pueblo que exige en la calle mejor calidad de vida.
