Sollozando y temblando, Ismail Abu Musallam está recargado en la pared de un hospital esperando a que tres de sus hijos sean preparados para su funeral. Los niños dormían cuando un tanque israelí embistió su casa, sepultando a Ahmed, Walaa y Mohamed, de 11, 14 y 16 años, bajo los escombros.
La tragedia personal de este carpintero de 40 años no es única. La ONU reporta que una quinta parte de los 299 palestinos muertos en 11 días de intensos bombardeos israelíes en la Franja de Gaza tienen menos de 18 años.
El ejército israelí dice que hace todo lo posible por evitar a civiles pidiendo a los habitantes que salgan de áreas que van a ser bombardeadas por considerarlos blancos de Hamas. Israel acusa a los extremistas islámicos de usar a civiles como escudos humanos porque disparan cohetes desde áreas civiles.
Pero incluso aunque se les pida irse, la mayoría de los palestinos en Gaza no tienen un lugar seguro a dónde ir, de acuerdo con activistas.
Al menos 71 de los muertos desde que comenzaron los enfrentamientos el 8 de julio tienen menos de 18 años, de acuerdo con un conteo de The Associated Press hecho con base en información provista por el funcionario palestino de salud Ashraf al-Kidra.
Y 48 de las víctimas tenía menos de 13 años.
Muchos de los niños han muerto en sus propias casas.
Este viernes, un bebé de cinco meses fue alcanzado por la metralla de un misil que cayó cerca de su hogar en Rafá. Ayer, dos hermanos y un primo murieron por metrallas cuando alimentaban pichones en el techo de su casa.
El miércoles, cuatro primos de entre 9 y 11 años, estaban jugando en la playa de Gaza cuando in misil lanzado desde un barco israelí hizo blanco en un objetivo cercano. Los niños huyeron, pero un segundo proyectil los alcanzó.
Las imágenes de los pequeños cuerpos ensangrentados sobre la arena generaron críticas de la comunidad internacional, incluso del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien dijo que Israel debe «hacer más para detener las muertes de civiles».