David Beckham acudió a la gala de los «Sport Kid Awards» para recibir el primer premio Leyenda de la historia de los SKA. El inglés no fue sólo ya que le acompañaron sus hijos Romeo y Cruz, de 11 y 9 años respectivamente.
Los dos niños se movieron por la alfombra roja y por el escenario como si estuvieran en su hábitat natural. No pararon de sonreir y de mostrarse cómplices con las cámaras. Una actitud que ha despertado la simpatía de todos los medios.
A la hora de recibir el premio, David subió al escenario con sus dos hijos de la mano. Mientras intentaba dar un breve discurso de agradecimiento, un espeso líquido dorado cubrió por completo al futbolista y a los pequeños Romeo y Cruz, que se lo tomaron con buen humor.
Una estampa de lo más familiar. Los hijos del inglés parecen haber heredado de sus padres el saber comportarse ante las cámaras. De hecho Romeo, el más parecido a David de los cuatro por el momento, ya ha protagonizado varias campañas publicitarias.