Al menos 20 personas han muerto y más de cien resultaron heridas este martes al descarrilar un metro en Moscú, en uno de los accidentes más graves ocurridos en el subterráneo de la capital rusa.
«Diecinueve personas murieron en el lugar, y una víctima falleció en el hospital», declaro a la televisión rusa Oleg Salagai, portavoz del ministerio de Sanidad, actualizando un balance que no ha dejado de subir durante toda la mañana.
Según Salagai, 161 personas han resultado heridas, de las cuales 129 fueron ingresadas en un hospital. Cuarenta y dos se encuentran graves.
El alcalde de la capital, Serguei Sobianin, fue al lugar de los hechos y decretó el miércoles jornada de duelo.
El incidente se produjo en la línea azul del metro de Moscú, hacia las 08h30 (04H30 GMT), entre las estaciones Park Pobedy, la más profunda del metro moscovita, abierta en 2003, y Slavianski boulevard, inaugurada en 2008.
En las imágenes difundidas en la televisión podía verse a los socorristas dentro de las estaciones de metro sacando a los heridos ensangrentados en camillas.
En otras imágenes se veía a pasajeros bloqueados en el interior de los vagones, y un humo espeso.
Alrededor de las estaciones en cuestión había decenas de ambulancias y helicópteros movilizados para el transporte de los heridos.
«Creí que era el fin»
Según los testimonios de varias víctimas, el descarrilamiento se produjo después de un frenazo brusco.
«El tren frenó bruscamente. Saltaron chispas y se veía mucho humo. Fui empujado contra algo, y todo el mundo se cayó de un lado», contó a la televisión Moscú 24 uno de los pasajeros, con la nariz cubierta de sangre.
«Estábamos bloqueados. Y salí de ahí de milagro. Creí que era el fin», añadió.
Varios pasajeros contaron que salieron por sus propios medios de los vagones.
«Había pánico. Trepamos para salir del vagón, pero nos vimos bloqueados. Unos hombres agarraron los martillos y destruyeron lo que nos obstruía el camino, y así salimos. Había varios obreros y nos llevaron a la salida», reveló otro testigo al sitio web LifeNews.
El metro de Moscú, abierto en 1935, en tiempos de Stalin, tiene uno de los flujos de pasajeros más altos del mundo.
Es conocido por su eficacia y su puntualidad, y tiene muy pocos incidentes técnicos de gran envergadura.
En 2010 fue blanco de un doble atentado que dejó 40 muertos.
«Lo que ha ocurrido es uno de los accidentes más graves de la historia reciente», declaró el alcalde Serguei Sobianin.
De momento se ha abierto una investigación por violación de las normas de seguridad en los transportes.
Según Alexei Jazbiev, periodista especializado en transportes en el diario Expert, el metro ha sido construido para llevar «entre tres y cuatro millones de personas al día, seis millones como máximo».
Sin embargo, «actuamente lo toman cada día más de nueve millones de personas», y «las viejas tecnologías ya no están adaptadas» para semejante tráfico, añade el reportero.