Un grupo de hinchas violentos, conocidos como los ‘barrabravas’ en Argentina, provocaron el domingo incidentes en los alrededores del Obelisco de Buenos Aires donde decenas de miles de personas homenajeaban a su selección tras la derrota ante Alemania en la final de Mundial Brasil-2014.
Unos ocho policías heridos y 40 detenidos era el saldo de los incidentes que convirtieron el centro de la famosa Avenida 9 de Julio de Buenos Aires en un territorio de lucha campal con los vándalos, indicaron reportes de las televisoras.
Decenas de estos hinchas desafiaron a policías antimotines lanzándoles objetos contundentes, mientras barricadas de oficiales respondían disparando balas de goma, bombas lacrimógenas y usando carros lanza aguas.
La gran mayoría de las personas que se reunieron en este centro emblemático de las celebraciones argentinas se dispersaron tras el inicio de los incidentes aunque en calles aledañas seguían las caravanas de autos y muchedumbres expresando «mucho orgullo» por el seleccionado de Alejandro Sabella.
Familias con niños intentaron refugiarse en restaurantes o ingresar a los halls de los hoteles de la zona para protegerse del efecto de las bombas lacrimógenas.
Al contrario de lo que pudiese imaginarse de una derrota en una final de Copa del Mundo, los hinchas aplaudieron tan pronto terminó el partido, muchos lloraron y luego un ambiente de fiesta empezó a sentirse en toda la capital y varias provincias.
Sin críticas ni reproches las frases más comunes eran «gracias por hacernos soñar», «orgullosos de ustedes como verdaderos guerreros» y «los esperamos héroes».
La selección de Argentina vivió el domingo en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro la tercera final de un Mundial contra Alemania -algo inédito en la historia-, con dos victorias ahora para los germanos, que también se impusieron 1-0 en Italia-1990, y una para la Albiceleste, 3-2 en México-1986.
Para Argentina significó también la tercera derrota en una final.