Nosotros tenemos una economía que cerrará este año con una contracción muy fuerte, estamos estimando una caída de 2,7%, con una inflación de casi 80% y en la medida que no se realizan los ajustes, nuestro sistema entra en el terreno de la estanflación.
Así lo manifestó el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, quien consideró que la crisis económica que vive el país es la más agresiva en los últimos años y solo podría compararse con los indicadores del año 2002.
«Nosotros consideramos que la presión o el aceleramiento inflacionario que arrancó en septiembre de 2012 y que se ha mantenido a lo largo de todos estos meses, va a continuar en parte, porque al ver las cifras mensuales de la base monetaria hasta mayo, son bastante preocupantes. La base monetaria se duplicó con respecto a mayo de 2013 y eso no había ocurrido desde el año 1997», explicó.
Lamentó que en la actualidad no hay elementos económicos puntuales, para pensar que la inflación pueda entrar en una tendencia a la baja, sino que se mantendrá la tendencia al alza y esta situación será igual en el tema del desabastecimiento.
Por otra parte, el economista se refirió a la unificación cambiaria planteada por el Ejecutivo nacional, señalando que el principal beneficiario de esta medida sería el Estado venezolano y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
«El grueso de los dólares que está vendiendo PDVSA, se están vendiendo a 6.30 Bs y para esa industria es inviable. Eso explica un poco el tamaño del déficit público y explica también por qué el Estado debe seguir recurriendo al mecanismo de financiamiento monetario desde el Banco Central de Venezuela y entonces si nos movemos a un tipo de cambio como se ha planteado que oscile entre 25 y 30 bolívares por dólar, significaría una mejoría fiscal significativa», opinó.
Oliveros también advirtió que no se estaría ejecutando un desmontaje del control de cambio en Venezuela, con la unificación cambiaria.
«En el país no van a desaparecer los requisitos para asumir nuevas importaciones y muy probablemente sea mucho más difícil la adquisición de divisas, porque desaparecería el Sicad II y todas las empresas que se nutren de esta tasa de cambio, tendrán que comprar los dólares a un precio menor, pero la colocación de las divisas tendrá más control», dijo.
Agregó que la medida podría ejecutarse entre septiembre y octubre, luego de que se realice el III Congreso del Psuv, ya que, según indica, el Gobierno estaría esperando resolver las diferencias que asegura, existen en esta tolda política.
“La convergencia cambiaria no debería ser aislada, sino ser parte de un plan que englobe diferentes áreas, con el objetivo de no perjudicar el bolsillo de los sectores menos beneficiados de la población”, recomendó Oliveros.