Buscando mejoras, la familia de un adolescente de 16 años desde hace cuatro meses se mudó a El Cují, lugar donde la delincuencia es reina de las calles. Allí le dispararon al joven. Seis días permaneció en el Hospital Central, pero no soportó y la mañana de ayer, murió.
Estaba durmiendo
A las 6 de la mañana del domingo 6 de julio, más de cinco sujetos armados llegaron a la calle 10 del sector Rómulo Betancourt, de la parroquia El Cují. Allí se introdujeron a una vivienda en la que estaba durmiendo un adolescente de 16 años, junto a su novia de la misma edad, y su hermano mayor de 18 años.
Los delincuentes advirtieron que se trataba de un atraco. El joven de 18 años salió corriendo de la casa, la jovencita se escondió, pero el adolescente enfrentó a los sujetos.
Los malandros agarraron a golpes al adolescente y éste también les respondió, hasta que lo agarraron entre varios y le sacaron los dientes de la golpiza; uno de ellos le disparó en dos ocasiones.
Un tiro le dio en la mejilla y otro en la clavícula, ambos del lado izquierda de su cuerpo, y aun viendo al joven tirado en el piso, malherido, los delincuentes le cayeron a patadas y escaparon del lugar.
La novia del muchacho de inmediato llamó a su madre y ella dio el parte a la policía del estado, que al llegar a la vivienda encontró a la víctima aun con vida y lo trasladaron hasta el ambulatorio de Tamaca, de donde fue remitido hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda.
Los delincuentes se devolvieron
Cuando sacaron al joven herido, la casa quedó sola y los delincuentes se devolvieron al lugar y se llevaron unos cajones con una planta de sonido, el televisor, un DVD, un microondas, un carrito de frapé, la ropa y zapatos. Se llevaron todas las pertenencias por las que el adolescente se habría enfrentado, tratando de impedir el robo, según informó su hermana, Michelle Montes.
De inmediato vecinos de la zona llamaron para informar que las puertas estaban forzadas, pero ninguno de la familia se ha apersonado a la casa, porque estaban en el Hospital Central.
El adolescente en su estadía en el centro asistencial reaccionó y dijo que eran personas de la zona quienes los atacaron. Creen que hasta llegó a reconocer a varios, pero aun así no dijo nombre de los delincuentes, porque eran nuevos por la zona y no los conocía mucho.
Vendía frapé
Sobre el adolescente se conoció que era el cuarto de cuatro hermanos, hacía dos años que dejó de estudiar y se ganaba la vida vendiendo frapé en su residencia. Deja huérfano de padre a una niña de un año y a otra que estaba a punto de nacer.
El adolescente se complicó repentinamente, cuando parecía estar muy recuperado y a las 6 de la mañana de ayer falleció.
Fue una venganza
Al llegar al sitio del suceso habitantes de la comunidad Rómulo Betancourt, quienes no se quisieron identificar por temor a represalias, manifestaron que el crimen no fue por una resistencia al robo como comentaron sus seres queridos, sino que al jovencito le dispararon por una venganza.
Aseguran que desde que llegó estuvo implicado en varias fechorías y que incluso se había atrevido a robar varias viviendas de la zona, pero serán los efectivos del Eje Contra Homicidios del Cicpc los que se encarguen de esclarecer el caso. Hasta ahora por sus investigaciones también manejan el crimen como una posible venganza.