Durante un recorrido por algunas librerías y papelerías de la ciudad, se pudo constatar el efecto de la problemática que otros sectores de la economía sufren en el país: la escasez.
María Isabel Piña, gerente de Divalpa Papelería, comentó “la situación de este año es un poco atípica porque a estas alturas aún no tenemos información ni de las editoriales, ni de la mayoría de los productos escolares. Estamos con incertidumbre, hasta los momentos es muy poco lo que se ha recibido de información sobre los productos que van a venir”.
Entre los productos que esperan con ansias se encuentran las libretas, cuadernos, papel bond, cartulinas y textos escolares. “Tenemos una escasez tremenda”, agregó.
En cuanto a las resmas de papel, Piña señaló “estamos surtidos, con otra marca, pero lo que ha llegado viene más costoso, obvio que eso también va a pegar un poquito”.
Por su parte, Antonio Rodríguez, presidente y gerente de una conocida sucursal de Librería Antonio, explicó “comenzamos con mucha más expectativa que en el pasado, y no de manera positiva, por la escasez de material que existe en el país”. Asimismo, destacó “dependemos del papel y la pulpa es importada. En Venezuela hay aproximadamente dos molinos, nada más”.
Además, el problema afecta incluso a las papelerías especializadas en dibujo y material de arquitectura.