Paradoja alemana, la Nationalmannschaft alcanzó la final del Mundial 2014, en la que este domingo se enfrentará a Argentina, a pesar de las discretas actuaciones de los considerados sus jugadores con más talento; Mesut Ozil y Mario Gotze.
El equipo dirigido por Joachim Low ha llegado lejos gracias al ascenso de Mats Hummels y Toni Kroos como líderes de la defensa y del centro del campo respectivamente, la consolidación de Thomas Müller como una estrella (cinco goles, los mismos que marcó en Sudáfrica-2010) y la seguridad del portero Manuel Neuer, imperial durante todo el torneo.
Pero los dos jugadores considerados los más técnicos de la formación han tenido un paso discreto por el Mundial. Lejos quedan los tiempos en los que los aficionados fantaseaban con ‘Gotzila’, la combinación de ambos futbolistas en la mediapunta al frente de una selección imparable.
Ozil, de 25 años y que saltó al primer plano mundial hace cuatro años en Sudáfrica -lo que le sirvió para fichar por el Real Madrid-, ha continuado como titular.
Peor suerte ha tenido Gotze, que perdió su plaza en el once tras la irregular actuación del equipo en octavos de final ante Argelia (2-1 en la prórroga), encuentro en el que fue sustituido al descanso.
Low optó por recuperar a un delantero ‘puro’, el veterano Miroslav Klose, desplazando a Muller a un costado, sin que el espigado futbolista perdiera su poderío en ataque, siendo una amenaza constante durante todo el torneo.
Además la sorpresa en el grupo ha sido la irrupción de André Schurrle, como jugador ‘número 12’, con entradas decisivas en octavos y en semifinales, ofreciendo profundidad, velocidad y tres goles.
Ozil, torneo en la sombra
Ozil ha jugado casi todo el tiempo y participó en el festín ofensivo ante Brasil (7-1 en semifinales) con un pase decisivo, una inteligente dejada para que Sami Khedira sólo tuviera que poner el pie. Pero, a pesar de su aportación en el ‘Mineirazo’, el futbolista del Arsenal ha estado por debajo de las expectativas.
La asistencia a Khedira fue la primera que logró en la competición. Además logró un gol contra Argelia, pero en un torneo que podía situarle entre las grandes estrellas mundiales, el futbolista de origen turco no ha sido protagonista en el ataque alemán, tarea en la que se ha erigido como líder indiscutible Müller.
¿Dónde está el espectacular mediapunta que fue una de las grandes sorpresas en el Mundial de Sudáfrica? El jugador se justifica con su posición en el campo: “Todo el mundo sabe que prefiero jugar como mediapunta, pero el entrenador decide y juego en la derecha, allí no tengo tantas opciones de ser importante en el juego”.
Luego fue situado en la izquierda, pero su influencia fue la misma. Sin que su calidad técnica haya desaparecido, Özil no ha marcado la diferencia.
Grandes ambiciones
Si hace cuatro años Ozil explotó en el Mundial, Alemania esperaba que en esta ocasión fuera el turno de Gotze, de 22 años y considerado la mayor promesa del país.
Titular en detrimento del veterano Lukas Podolski y del competente Schürrle, comenzó con buen pie, provocando el penal que permitió abrir el marcador en el primer partido contra Portugal (4-0). En el segundo choque marcó ante Ghana (2-2), pero su rendimiento fue bajando según transcurría la competición.
La joven estrella no había escondido sus “grandes ambiciones” antes del comienzo del Mundial: “Quiero mostrar en Brasil de lo que soy capaz, el seleccionador lo sabe también”. Desplazado por compañeros, menos técnicos pero más sacrificados y directos, Gotze no apunta a titular en la final, por lo que posiblemente sólo dispondrá de algunos minutos para entrar en la historia.