Amplio acuerdo unitario

En las actuales circunstancias, en las que parece difícil establecer un diálogo civilizado con el chavomadurismo, cuyas últimas manifestaciones de sus principales dirigentes están cargadas de agresividad contra la oposición, ésta debe tratar de alcanzar un acuerdo unitario que vaya más allá de lo que significa la Mesa de la Unidad Democrática, a la que hay que reconocerle que  ha logrado algunos avances fundamentales en la creación de una ascendente votación opositora en un plazo relativamente corto. Todo esto quiere decir que a mediano o largo plazo, se puede   consolidar un movimiento unitario, más amplio y democrático, que estimule la participación en las protestas pacíficas que inevitablemente se presentarán en diversos sectores sociales, y si no hay salida constitucional antes de diciembre de 2015, tratar de lograr una contundente votación de la mayoría de los venezolanos en unas, también inevitables próximas elecciones, que debe ganar la Alternativa Democrática.
La resolución de trascender las fronteras de las elecciones presidenciales del 14 de abril del año pasado, debe cambiarle  el rostro a la imagen simplemente electoralista que algunos sectores críticos de la oposición le han endilgado a quienes han manifestado que hay que prepararse con candidatos escogidos en elecciones primarias, no sólo con miras a enfrentar a los candidatos del oficialismo en las elecciones parlamentarias del 2015, sino también para convocar a un referendo revocatorio o a una Asamblea Nacional Constituyente.
Entre las revisiones que hay que hacer podría contemplarse el  nombramiento de una comisión mixta con representantes de los todos los candidato que participaron en las anteriores elecciones, e invitar a sindicatos, federaciones sindicales, gremios profesionales y estudiantiles, y otros sectores organizados de la sociedad democrática, para proponer un acuerdo de gobernabilidad y un programa mínimo de gobierno. La primera deducción que deben realizar los sectores populares es que en la Alternativa Democrática están pensando y dispuestos, no sólo a actuar conscientes de la responsabilidad que significa devolverle la esperanza a los venezolanos acerca de la posibilidad de derrotar la tendencia socialista a la cubana de Nicolás Maduro, sino también de impulsar un cambio democrático y un desarrollo económico integral que nos permita conseguir empleo fijo con prestaciones sociales, vivienda digna con todos los servicios públicos, salud, educación  y seguridad personal, a los venezolanos de menores recursos, para salir del atraso y del subdesarrollo.
Y para finalizar este breve comentario, la posición conjunta, firme y combativa para alcanzar las condiciones electorales mínimas e imprescindibles para participar en otros procesos electorales, además del que se realizará el próximo año, se deberá presionar para que, además de preservar  el conteo manual de las papeletas depositadas en las urnas por los electores y su cotejo con los resultados de las máquinas de votación, se logre  la depuración del registro electoral y su entrega a candidatos y a los partidos que los apoyen.
Estamos en un momento crucial, en el que hay que derrotar el chavomadurismo, a pesar del ventajismo y de los abusos de poder que vienen cometiendo en todos los procesos electorales, para lo cual se hace obligatorio agregar a la campaña la denuncia permanente y la  impugnación de la conducta corrupta e inepta de los gobernantes oficialistas, que han llevado el país al caos, que obliga a los demócratas a unirse para poder sacarlo del abismo. También se debe presionar para la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral, formado por ciudadanos independientes, tal como la establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.