A raíz de los mitos, realidades y expectativas en cuanto a la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL-IPB) organizó una conferencia a fin de desentrañar todo este tipo de dudas en la población docente. El invitado de honor en la ocasión fue el profesor Leonardo Carvajal, quien es uno de los 30 especialistas que asume la tarea de cambiar el curso de la educación en el país.
En primer lugar, el experto explicó que el modelo educativo está agotado, por ello requiere de la consulta a fin de generar propuestas que mejoren la calidad académica del país. Según su criterio, el actual currículo nacional es el mismo que se instauró en el año 1996 bajo la responsabilidad del ministro Luis Cárdenas, cuyo planteamiento es más teórico que didáctico.
“A nuestra educación le falta más didáctica y menos teoría, obviamente este modelo está fracasado ya que ha caído estrepitosamente en la parte educativa, incluso, desde el año 1965, Antonio Uslar Pietri criticaba los currículos por ser muy abstractos, recargados y complejos. Esto produce que el profesor no entienda sobre los temas y no pueda ejercer los recursos pedagógicos con calidad”.
A su juicio, los currículos deben ser más sencillos y explicativos a fin de estimular las habilidades básicas de aprendizaje del alumno, a través del ejercicio de la lectura, la aplicación de elementos didácticos en los contenidos y la repetición de los temas durante los diferentes grados para lograr la captación de los jóvenes.
En tal sentido, cifró las cuatro expectativas que tiene el ministerio de Educación en la consulta: realización de un nuevo Diseño Curricular, creación de la Ley para el Subsistema de Educación y la Ley Sobre la Formación y la Carrera Profesional de los Docentes, y el Plan Decenal de Educación.
Educación chatarra
El especialista calificó que en Venezuela hay una educación chatarra, término que acogió del desaparecido profesor Rigoberto Lanz, pues considera que existe un proceso signado a la improvisación y a la ideologización.
“Ese término viene del profesor Lanz, quien era un chavista postmoderno. La educación chatarra es aquella donde se improvisa universidades, docentes y carreras. Por ejemplo, la Misión Sucre, el crecimiento desaforado de la Unefa y la vertiginosa ampliación de la Universidad Bolivariana, donde existe un proceso académico que nadie certifica, no hay control de calidad ni concurso de oposición”.
A su vez, indicó que el Estado incluye a la política dentro del desarrollo educativo, obligando a los estudiantes a participar en actividades partidistas.
“Entonces existen venezolanos de muy buena voluntad que ingresan a estas universidades, donde además se mezcla la política, así como la usan en la Unefa, que es un vulgar cuartel, donde a los muchachos les dicen que son socialistas y los llevan a participar en las marchas. El estudiante es un adulto de libre pensamiento, y como ciudadano puede ir a actividades partidistas, pero si las convoca el rector de la universidad y asiste un contingente de la academia sería una vergüenza”.
