A las 6 de la tarde del pasado miércoles, personas que habitan el caserío La Morita, en la zona rural del municipio Palavecino, aledaño a la intercomunal que comunica a la ciudad de Barquisimeto con Acarigua, capital del estado Portuguesa, hicieron un horrendo hallazgo. Se trató de un cuerpo en muy avanzado estado de descomposición que fue dejado en la ladera de una quebrada ubicada en dicha comunidad, a unos kilómetros del punto de control ubicado en Los Cristales, de la arteria vial.
Boca abajo, con parte del cuerpo comido por los animales, un hombre de unos 25 ó 35 años de edad, yacía en el suelo cerca de la corriente de agua que pasa por allí. En lo que se presume se trate de un homicidio, el hombre fue dejado allí durante un tiempo prolongado, hasta que el pasado miércoles fue hallado.
La versión extraoficial que manejan los cuerpos de seguridad que se despliegan en la zona es que las personas que lo hallaron se encontraban en la búsqueda de una perra que se había perdido en una comunidad cercana. Buscando entre los arbustos, observaron una silueta que se asemejaba a un cuerpo humano. Mientras se acercaban al cuerpo en cuestión, el olor emanado por la descomposición de la piel y los órganos, advertía que se trataba de una persona y no de un animal.
De inmediato, estas personas se desplazaron al punto de control ubicado en la vía para señalar la situación y dónde se hallaba.
Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana adscritos a dicho sector, acudieron a la escena del crimen y verificaron lo que ya era una realidad. Estos funcionarios, posteriormente, avisaron a los miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que se hicieron presente durante la mañana de ayer para levantar las pistas y empezar con las averiguaciones de rutina. Los funcionarios de la Policía Técnica llegaron hasta el intrincado lugar, donde examinaron el cuerpo que tenía exposición de la materia ósea de cadera, así como la cuenca de los ojos vacía, producto de la interacción con animales que se alimentaron de él.
Se conoció que el sujeto portaba una cadena gruesa y, además, aún era visible un tatuaje con la forma de la cabeza de un lobo en su hombro derecho. El resto del cuerpo fue llevado hasta el recinto ubicado en el Cementerio Nuevo, donde se terminará con los estudios que permitan determinar si se trata de un homicidio y, en dado caso, dirimir las responsabilidades.
