Nuevamente el pánico reinó en la sede de la Universidad Fermín Toro de El Ujano, cuando en horas de la mañana de este jueves, fueron activadas dos bombas lacrimógenas por sujetos desconocidos.
La tranquilidad del alma máter nuevamente resultó interrumpida, pues los gases tóxicos generaron angustia y caos entre la población estudiantil que se encontraba en las aulas.
Hasta el momento no se han asignado las responsabilidades por los continuos ataques que ha sufrido la universidad, no sólo por la activación de bombas lacrimógenas en el recinto académico sino por la quema de la sede de El Ujano que comprometió buena parte de la infraestructura.
Paola Iribarren, dirigente estudiantil, denunció que las autoridades universitarias se dedicaron a señalar sin pruebas al Movimiento Estudiantil UFT, situación que lejos de mejorar el clima dentro de la academia ha generado gran descontento. “Desde nuestra organización habíamos decidido mantenernos bajo perfil respecto a los ataques sufridos contra nuestra casa de estudio, pues sin pruebas se nos acusa de ser los autores materiales e intelectuales de estos hechos vandálicos. Sabemos que quienes tienen ese expediente abierto contra nosotros, nos van a señalar irresponsablemente. En la universidad hay más cámaras y más seguridad, no nos explicamos por qué se siguen generando estas situaciones”.
Vale destacar que todas las entradas de la universidad cuentan con un estricto control de seguridad que implica revisión de bolso, carné y detector de metales.
De acuerdo con testimonios aportados por los estudiantes, en los pasillos y en la entrada de la universidad ahora hay más cámaras y hasta un cerco eléctrico en la entrada. “Es insólito que continúen los ataques si la misma universidad redobló la seguridad”, comentaron algunos.
Por el día de ayer, las clases fueron suspendidas hasta las 6:00 de la tarde.