Las políticas públicas que se aplican en Venezuela no permiten que muchos trabajadores se inserten en el mercado formal para producir bienes y prestar servicios, y esto trae como consecuencia que para las familias sea más difícil sostener un ingreso, lo cual conduce a incrementar el trabajo infantil en nuestro país.
Durante la Mesa de Análisis Trabajo infanto-adolescente y economía informal. Una mirada desde lo rural a lo urbano, organizada por el Observatorio Económico Legislativo de Cedice Libertad, expertos en el tema coincidieron en que los valores en la familia y una educación integradora, permitirá mantener a los hijos en el sistema educativo para que no deserten de las actividades escolares en la búsqueda de un empleo.
Rubén Loaiza, defensor del Consejo de Protección de Chacao, indicó que el sistema educativo venezolano está expulsando a los jóvenes de las instituciones escolares, “esto afecta la formación del niño”. Fernando Blanco, representante del Centro de Investigación Social Cisor, consideró que se debe promover por ley una reducción de las horas laborales para los jóvenes entre 14 y 15 años.
Margioli Rodríguez, consejera del municipio Sucre, indicó que el ideal es que niños y adolescentes no trabajen, “pero muchos adolescentes deben salir a trabajar por un interés económico”.