La selección de Argentina, en la tierra de su más acérrimo enemigo en el continente, reivindicó a América al clasificarse a la gran final de la vigésima Copa del Mundo de la FIFA, Brasil 2014, tras una sufrida victoria por la vía de los penaltis ante Holanda, 4-2, precedida por un empate sin goles, en el estadio Arena de Sao Paulo.
En busca de su primera final en 24 años, la “Albiceleste” se ganó el derecho a enfrentar el próximo domingo 13 a Alemania en el Maracaná, el mismo rival al que derrotó en la definición de México 1986 y contra el que luego perdió en el cierre de Italia 1990.
Lo hizo gracias a un heroico Sergio Romero, guardameta que detuvo dos tiros de Holanda en la tanda desde los doce pasos. Lionel Messi no pudo mostrar su magia ni conectarse con los compañeros debido a la buena marca de la “Naranja”, que había sido subcampeona en Sudáfrica 2010 y esta vez deberá conformarse con luchar por la tercera plaza contra Brasil el sábado 12 en Brasilia.