Ya para finalizar esta serie sobre el fútbol, debemos decir, que realmente es muy difícil no recibir su influencia en nuestras vidas. Y no tomarlo en cuenta para nuestras reflexiones sería inaceptable. Entendemos entonces el entusiasmo y la euforia de casi todo el mundo. Muchos se sumergen totalmente por cuestiones de trabajo, como los periodistas. Otros, como los políticos, para sacarle provecho electoral. Miles, por el contagio de los medios de comunicación. Y los tristes, buscando una “alegría” que no consiguen en su vida.
Pero, lo que más me llama la atención es el estado de alienación que sufren muchos cristianos, cuya vida, comprometida con la predicación del Evangelio de Salvación. Comprada por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”, tomen unas vacaciones, para sumergirse en la vorágine del futbol. Evidentemente no han podido con la “poderosa influencia” que el enemigo, a través del evento tiene. Y eso, es muy triste. Afortunadamente esto es pasajero y como siempre, gane quien gane, la euforia pasará. Entonces, tomaremos otra vez en serio el compromiso de LA GRAN COMISIÓN.
Pareciera hemos olvidado, dos textos salidos de la boca y la mente de Dios para sus hijos. “Pero vosotros sois linaje elegido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”1P.2:9. ¿Para que anunciéis qué? Y otro, por demás impresionante. “Por tanto, amados míos, tal como habéis obedecido siempre, no sólo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”Fil.2:12. ¿Ocuparnos en qué?
Y para quienes piensan, que estas opiniones son una exageración religiosa. Déjenme decirles, que el Espíritu de la Profecía lo deja muy claro también. “Muchos están buscando vanamente la felicidad en las diversiones mundanas. Están anhelando algo que no tendrán. Gastan su dinero en lo que no es pan, y su trabajo en lo que no es hartura. El alma hambrienta y sedienta continuará con hambre y sed por tanto tiempo como partícipe de estos placeres que no satisfacen. Ojalá que cada una de estas personas escuche la voz de Jesús: «El que tiene sed, venga». Los que beben del agua viva no tendrán más sed de placeres frívolos y diversiones emocionantes. Cristo, la fuente de la vida, es también la fuente de la paz y la felicidad” Consejos Sobre Salud. Elena de White. ¿Cómo les parece?
El apóstol Pablo no se andaba por las ramas tampoco. Y cuando estuvo en Grecia, los juegos olímpicos le inspiraron para dejarnos una enseñanza. “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. (1 Cor. 9: 24, 25.) ¿Abstenerse de qué? Respóndase a sí mismo. Hasta el próximo martes Dios mediante.
Reflexion – Mundial de Futbol (IV)
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