Para quienes con frecuencia se desplazan por la intercomunal Barquisimeto-Cabudare, resulta inaceptable la indiferencia de los organismos gubernamentales que observan la laguna inmensa que, cada vez que llueve, se forma a pocos metros del semáforo del Carabalí, en sentido norte-sur.
Muchos usuarios han planteado el caso en la alcaldía de Palavecino, gobernación, Hidrolara y hasta en la vecina empresa oficialista Pedro Camejo, para que procedan a abrir o limpiar los desagües allí existentes, pero hasta ahora nada se ha logrado.
Además, la enorme charca impide también la utilización de la parada allí existente.
La solución está en abrir otros canales de desagüe o limpiar los existentes a la brevedad.