El pasado martes 1º de julio se desplomó parte del techo de Casa Amarilla, una infraestructura patrimonial de Palavecino.
El 20 de febrero de 2005, el Instituto del Patrimonio Cultural Venezolano, dictó la Providencia Administrativa Nº 003-05, publicada el 22 de julio de 2005 en la Gaceta Oficial de la República Nº 38.234, mediante la cual la declara como “Bien de Interés Cultural”, quedando entonces esta edificación sometida, en un todo, a las disposiciones que al respecto contemplan la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, y los reglamentos y ordenanzas locales relacionadas con la materia.
No obstante, la otrora hermosa e impresionante vivienda, se mantiene erguida pese a las pretensiones de un privado convertirla en polvo y recuerdo.
La casona histórica
Antiguos vecinos de la zona, argumentan que Casa Amarilla, propiedad originalmente de la familia Sosa, era la casona de la Hacienda Zanjón Colorado, vecina de la añeja carretera nacional hacia los Llanos.
Fue erigida, presumiblemente, a finales del siglo XIX, construida sobre una superficie de terreno de mil 577 metros con 55 centímetros cuadrados.
La obra fue fabricada con técnicas tradicionales de adobe y bahareque, y con techumbre de tejas de arcilla, fabricadas en el sitio.
En su interior espacioso cuenta con dos habitaciones, una cocina y una sala recibo, acondicionada para la fabricación de chimó hasta la década de los setenta.
Fue vendida pese al dictamen
Según información aportada por el concejal Rafael Rodríguez Parra, Casa Amarilla fue vendida por la familia Sosa a un privado el 28 de enero de 2013, más Zoila Lucinda Sosa, ocupante de la edificación, manifestó al IPC que los nuevos dueños tenían la presunta intención de demolerla y construir allí un centro comercial, lo que motivó al instituto dirigirles un oficio: “… toda intervención que se pretenda realizar sobre un bien declarado, deberá contar obligatoriamente con la previa autorización y aprobación del instituto… so pena de incurrir en responsabilidad penal, civil y administrativa…”.
Casa Amarilla está herida de muerte si las autoridades correspondientes no intervienen en su recuperación para preservar la memoria edificada del municipio.