Pese a un alza del tráfico de pasajeros del 2,5% en el primer semestre, Air France-KLM revisó a la baja sus ambiciones para 2014, debido a diversos factores, entre ellos la situación en Venezuela.
El grupo franco-holandés, número dos europeo detrás del alemán Lufthansa, anunció el martes en un comunicado haber reducido su objetivo de beneficio bruto de explotación (Ebitda) para este año de 2.500 millones de euros a «entre 2.200 y 2.300 millones».
Air France-KLM, que transportó a 37,86 millones de personas en el primer semestre del año, padece una «debilidad persistente de la demanda de +cargo+», la actividad de flete, y se ve afectado por la «situación difícil» en Venezuela.
Air France destaca que este destino sudamericano era «extremadamente rentable» hasta que la compañía fuera obligada a reducir de mitad sus capacidades, debido a un litigio referente a la deuda contraída por el gobierno de Caracas con compañías aéreas.
En total, «290 millones de dólares de ingresos permanecen allá» a la espera de un acuerdo sobre el tipo de cambio fijado para repatriar esa suma a las cuentas de la compañía aérea.
En virtud del control de cambios en vigor en Venezuela desde 2003, las compañías aéreas se ven obligadas a facturar sus ventas en bolívares, la moneda nacional no convertible en el extranjero, y el gobierno se compromete a entregarles el equivalente en dólares, recuerda el grupo.
Debido a la reducción de las reservas venezolanas en divisas, el Estado tiene dificultades para pagar e intenta obtener rebajas en las devoluciones.