“Simplemente he quedado sorprendido con lo que haces. Durante toda mi vida he buscado llenar ese vacío que tenía en mis sueños. Definitivamente quiero hacer lo que tú haces. Siempre he amado dar alegría a las personas, sonreír un poco; pues, creo, que la felicidad es el objetivo del ser humano y se logra cuando haces lo que amas… Tengo muchas ganas de comenzar un viaje como el tuyo, poco a poco, a la velocidad de las mariposas. Muchas gracias hermano”, el fragmento es una cita textual de un joven de tan sólo 17 años de edad que se animó a escribirle por correo electrónico a este viajero y soñador…
Salió hace 10 años y aún no ha regresado. Su travesía comenzó en el 2004 y desde entonces ha recorrido 134.574 kilómetros en 3.491 días. Pero más allá de estos números, lo realmente valioso e impresionante de su aventura es poder regalar millones de sonrisas sin importar barreras ideológicas, políticas, de raza o religión en los casi 80 países a los que ha visitado.
Su nombre es Álvaro Neil, un viajero a bordo de una bicicleta, un soñador empeñado en hacer reír al mundo con sus ocurrencias. Se define como “una ONG sobre dos ruedas, pero sin oficina ni secretarias”, ¿su proyecto?, quiso llamarlo: Miles of Smile Around The World (Millas de sonrisas alrededor del mundo), ¿el objetivo? ofrecer gratuitamente y en la mayor cantidad de países, su espectáculo de clown a las personas más humildes.
En medio de ese contexto, el asturiano se embarcó en su bicicleta para pedalear, sin parar, a velocidad de mariposa y así emprender su aventura. Montañas, desiertos, pueblos y ciudades, no hay límites para él, sólo las ganas de llevarle alegrías, con sus ocurrencias y actos de magia, a las personas más necesitadas, para ello, utiliza un extenso y nutrido repertorio artístico, con monólogos de payaso, magia y malabares, en cárceles, orfanatos y escuelas.
“Biciclown”, como es conocido universalmente, comenzó su recorrido por África, por la Costa Oeste y llegó hasta Ciudad El Cabo, en Sudáfrica; subió por la Costa Este hasta Egipto y llegó al Oriente Medio, sudeste asiático, Japón, Corea, Oceanía y en 2013 entró al continente americano por Alaska, siguiendo por Canadá, Estados Unidos, Cuba, América Central, Colombia y Venezuela para continuar en Centroamérica. Su único vehículo de transporte es una bicicleta, cargada con unos 70 kilos de equipaje.
Neil, licenciado en Derecho, tras dejar su trabajo en una notaría en Madrid, España, con 37 años de edad, espera volver a su país en bicicleta en 2017, con medio siglo a cuestas.
“Llegaré a mi país con 50 años y con una sonrisa de oreja a oreja porque he cumplido mi sueño”.