La salud pública en Venezuela se mantiene en terapia intensiva. En una década, el número de camas en la red hospitalaria se redujo de 46.000 a 16.000, una cifra alarmante.
En 15 años de Gobierno, han pasado 11 ministros por la cartera de salud, las tasas de mortalidad materna alcanzan las de Haití y los casos de endemias se duplicaron, en lugar de reducirse.
El doctor Rafael Orihuela, médico cirujano, investigador y exministro de Salud indica que el sector llegó a un punto sin retorno. La corrupción es el cáncer que ha acabado con el sector, alertó.
La Misión Barrio Adentro, programa paralelo al Ministerio del Poder Popular para la Salud tras la llegada de Hugo Chávez al poder, desencadenó la crisis, opinó el especialista.
Calificó el programa emblema del chavismo de ineficiente y señaló que carece de mecanismos de contraloría legal o social. El presupuesto de Barrio Adentro, sentenció, es un fondo negro, donde tendría influencia La Habana.
El intercambio entre Venezuela y Cuba de personal médico, a cambio de miles de millones de dólares anuales y 100.000 barriles de petróleo diarios, “conformó una dicotomía en la dirección de los programas de salud”, reveló.
Según el artículo Las relaciones desmedidas, publicado en El País de España, la Isla gobernada por los Castro “obtiene inversiones directas, créditos blandos y subsidios millonarios”, por ese intercambio desigual.
La Misión Barrio Adentro paga hasta 160.000 dólares anuales por cada médico cubano en el país y de acuerdo con cifras oficiales, en 2012 había más de 44.000 cooperantes, aunque la oposición asegura que son 100.000.
Incluso, los programas de salud de Venezuela eran diseñados en La Habana, denunció el entrevistado.
En 2002, la red pública hospitalaria contaba con 46.000 camas en todo el país. Pero en 2014 apenas quedan 16.000 camas, contando instalaciones adscritas al MPPS, Ipasme, Sanidad Militar e IVSS, explicó el entrevistado.
La caída progresiva del número de camas obliga a las clínicas privadas a drenar la demanda.
Hace una década el país no superaba los 25 millones de habitantes. En cambio, ahora son más de 30 millones.
“A esto se le suma un fenómeno relativamente nuevo, desde 2011. Se trata de una crisis severa en el aporte de insumos, que va desde los artículos más elementales guantes, batas, gasas hasta las más complejas como las unidades de radiodiagnóstico, de cirugía cardiovascular”.
El docente sostuvo que el 95% de los insumos médicos son importados y por la falta de divisas los inventarios están agotados.
“El hecho de no tener dólares y las fallas en el mantenimiento preventivo de los equipos ocasionaron el estallido en el sector”, comentó.
Los pacientes con enfermedades catastróficas son los más perjudicados, lamentó.
Personas con cáncer, VIH positivo o enfermedades cardíacas se someten a largas listas de espera para conseguir un tratamiento o cirugía no invasiva.
El doctor Rafael Orihuela también fue profesor del actual ministro de salud, Francisco Armada, a quien describió como “un saco de buenas intenciones, pero con el cerebro torcido por las ideologías”.
Sobre los rumores insistentes de la salida de Armada de la cartera de Salud, el docente indicó que el cambio podría suceder tras un anuncio de Maduro.
“Armada está actuando como alguien que radicaliza su discurso ideológico”, aseveró.
“Lo que se rumora en los pasillos del Ministerio es que Armada ha planteado el asunto de la corrupción militar y los perros de la salud tienen más poder que los civiles”, argumentó.
Orihuela rememoró que en 2005, Armada llevó las riendas del MPPS, luego fue destituido por Chávez.
El actual titular del gabinete casi forzó la salida de los médicos cubanos del país, aunque el Presidente de aquel entonces decantó por los cooperantes de la Isla.
Obras inconclusas
El doctor Rafael Orihuela no justifica que en tiempos de bonanza petrolera, con el barril por encima de los 100 dólares, sigan el déficit presupuestario para el sector salud, cuando hace 20 años, el barril estaba por debajo de los 10 dólares.
Señaló que el Estado venezolano ha financiado al mismo sector en otros países, como sucedió con Uruguay o la propia Cuba. Pero en Venezuela hay muchos vacíos.
“El único hospital importante que ha inaugurado este Gobierno es el Cardiológico Infantil y ya comenzó a mermar la cantidad de casos que resuelve”.
Acotó que el Gobierno tenía previsto inaugurar siete siete hospitales, antes de la partida de Chávez y otros 10 a largo plazo.
Sin embargo, son obras inconclusas, ubicadas en sitios inapropiados y mudadas en más de una oportunidad, planteó.
Ninguna de estas promesas es realidad.
El gabinete siempre ha manejado un presupuesto deficitario, pero en épocas anteriores, como en 1992, cuando Orihuela estaba al frente del ministerio, lograron crear programas compensatorios para cubrir la demanda, precisó.
Una enfermedad que tiene cura
Al consultarle sobre las soluciones para resolver la crisis del sector salud en Venezuela, el médico cirujano Rafael Orihuela indicó que los más urgente es frenar los niveles de corrupción.
“Lo primero que deben hacer es unificar la dirección estratégica de la salud en Venezuela. Esto significa enviar a los médicos cubanos a su casa.
Luego, solventar la mora quirúrgica y oncológica y controlar las endemias, eso les quitaría unos cuantos dolores de cabeza al Gobierno”.
Otro punto en la agenda es actualizar el marco jurídico.
“En Venezuela no hay Ley de Salud vigente ni acoplada a la Constitución. No existe una disposición renovada en los últimos 17 años”, dijo.
Además, cuestionó el respaldo del Gobierno al programa de Médicos Integrales Comunitarios (MIC).
“Los MIC no tienen preparación. Por muy duro que sea el término, los llamo médicos tapa amarilla, no pueden ejercer con éxito el acto médico y pruebas sobran”.