Brasilia, 4 de julio.- La Argentina de Lionel Messi buscará el sábado en Brasilia romper un embrujo de 24 años sin pasar los cuartos de final de un Mundial y meterse entre los cuatro mejores de Brasil-2014, aunque para ello deberá salir ileso de la trampa belga.
Candidata al título, la Albiceleste no ha mostrado todo su potencial a pesar de cuatro triunfos consecutivos, pero parte como favorita en el partido que comenzará a las (11.30am) en el estadio Mané Garrincha y será dirigido por el italiano Nicola Rizzoli.
La última vez que Argentina pasó los cuartos de final de un Mundial fue en Italia-1990, cuando se consagró subcampeona mundial. Desde entonces ha fracasado en esa instancia tres oportunidades, dos de ellas consecutivas frente a Alemania.
“Más que pesar, el estigma es un desafío. Una oportunidad. Tenemos esta chance nuevamente y daremos todo para poder pasar esa fase”, dijo el volante Javier Mascherano, con más de 100 batallas con la camiseta argentina y presente en esos partidos en Alemania-2006 y Sudáfrica-2010.
Para Messi, que sufrió desde el banco la primera vez y salió en lágrimas de la cancha en la segunda, se trata de una batalla crucial en su camino para convertirse en una de las leyendas del fútbol mundial.
Tanto Argentina como Bélgica llegaron a cuartos de final con peleados triunfos en el alargue: la Albiceleste 1-0 ante Suiza con un agónico gol de Ángel di María en el minuto 118 y los Diablos Rojos 2-1 contra Estados Unidos.
En el equipo de Alejandro Sabella habrá una modificación obligada, ya que el lateral izquierdo Marcos Rojo quedó suspendido por acumulación de amarillas y dejará su lugar a José Basanta.
Una buena noticia para Argentina es que podría llegar a contar, al menos como suplente, con Sergio ‘Kun’ Agüero, quien recibió el jueves de manera sorpresiva el alta médica de la lesión muscular sufrida diez días atrás frente a Nigeria.
Clásico de los 80
La cuestión es saber si Sabella meterá otros cambios frente a un rival que es una de las revelaciones del Mundial y tiene jugadores con mucha técnica, liderados por el ‘Mago’ Eden Hazard, y potencia física, como Romelu Lukaku o Divock Origi.
El entrenador deberá decidir si mantiene el 4-3-3 ofensivo que le gusta a Messi, con Gonzalo Higuaín y otro delantero, u opta por un 4-4-2 más conservador.
Contra Suiza pareció haber quedado a medio camino, ya que Ezequiel Lavezzi, un atacante, no cumplió finalmente ni una ni otra función.
Por ello, Lavezzi, que jugó por el lesionado Agüero, podría perder su lugar, ya sea por un volante como Maxi Rodríguez para armar un 4-4-2 clásico o por el atacante Rodrigo Palacio para un 4-3-3 flexible.
Como en el caso de Alemania-Francia, el choque en Brasilia traerá el recuerdo de dos clásicos mundialistas en la década de 1980, uno resuelto para cada lado con Diego Maradona y Jean-Marie Pfaff como grandes figuras.
Los argentinos esperan se repita el resultado de la semifinal de México-1986, que ganaron 2-0 con dos golazos de Maradona, antes de imponerse en el choque decisivo a Alemania. Bélgica había vencido 1-0 en España-1982.
Duelo Messi-Courtois
Implacable en lo que va del Mundial, Messi enfrentará el sábado al portero Thibaut Courtois, su bestia negra esta temporada en Europa, ya que no logró marcarle en ninguno de los seis partidos que el Barcelona jugó contra el Atlético Madrid.
“Sé muy bien cómo jugar contra Messi. Lo enfrenté en varias definiciones con el Atlético de Madrid y le ganamos a Barcelona”, afirmó antes del choque Courtois, uno de los puntales de los Diablos Rojos.
Messi ha marcado cuatro goles en Brasil-2014: uno en el 2-1 ante Bosnia, el único del agónico 1-0 contra Irán y dos en el 3-2 frente a Nigeria que cerró la fase de grupos.
El arquero suizo Diego Benaglio fue el único que resistió hasta ahora a ‘La Pulga’, aunque Messi terminó haciéndole jaque mate con el magnífico pase a Ángel di María que definió el pleito de octavos.