Si bien el Gobierno nacional creó la Misión Vivienda, en un intento por combatir el déficit habitacional, no es un problema resuelto del todo. Existen quejas entre los ciudadanos de clase media y baja, debido a las excesivas demoras por otorgar el beneficio.
El ingeniero Frank Mendoza, presidente de la Cámara de Construcción del estado Lara, declaró que el primer error del Estado fue no acudir a los concejos municipales de cada municipio para saber cuáles serían los terrenos adecuados para emprender el crecimiento habitacional.
“No hubo ninguna consulta con el Concejo Municipal de Iribarren, situación que viene ignorándose desde que existe la Misión Vivienda, lo cual dificulta la consolidación de los proyectos”, sostuvo el representante gremial.
¿Qué pasó con la zona norte?
Mendoza se pregunta por el estado de abandono del norte de Barquisimeto, precisamente, el espacio que de acuerdo al actual Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) es la zona que reúne las condiciones para la construcción de las nuevas viviendas.
Ahora bien, los terrenos existen sólo que hasta los momentos el Estado no invierte en la instalación de nuevos servicios ni en las mejoras de los ya existentes.
El conjunto residencial Yucatán, urbanismo popular que alista la Misión Vivienda, con el cual beneficiarán a más de 2.500 familias, se construye con serias deficiencias.
Para el mes de septiembre, de acuerdo a la información aportada en fecha reciente por la Corporación Jacinto Lara (Corpolara), estarían listos los edificios, sin embargo, hay inconformidad por parte de los beneficiarios.
Alicia de Pérez, habitante de la parroquia Tamaca, expone que los apartamentos fueron hechos “con materiales de mala calidad; las paredes ya están agrietadas cuando ni siquiera han inaugurado la urbanización”, dijo.
Las torres de El Sisal
El proyecto que la Misión Vivienda prometió para las familias del oeste de Barquisimeto, tampoco se consolida. Se trata de las torres de El Sisal, ubicadas en la intersección de la avenida La Salle con Las Industrias.
Un conflicto laboral hizo que se paralizaran los trabajos de rehabilitación. Aunado a la terrible escasez de materiales para la construcción, tal como lo denunció Frank Mendoza, quien lamentó también el hecho de que en la ciudad exista una planta de cemento “pero no está en su máxima producción.
El Gobierno tiene que estudiar nuevamente su política habitacional y, en lugar de ignorar a nuestro gremio, trabajar en conjunto”.
