Kiev, Moscú, Berlín y París instaron el miércoles a abrir negociaciones sobre un nuevo alto el fuego en Ucrania con la participación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) antes del sábado.
En un comunicado común, los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, reunidos en Berlín, «urgieron al Grupo de Contacto a reunirse nuevamente como máximo el 5 de julio con el fin de llegar a un acuerdo (…) de alto el fuego duradero».
El Grupo de Contacto lo integran Ucrania, Rusia y la OSCE.
El ucraniano Pavlo Klimkin, el ruso Serguei Lavrov, el alemán Frank Walter Steinmeier y el francés Laurent Fabius también acordaron que los puestos fronterizos entre Ucrania y Rusia vuelvan a estar bajo control de Kiev.
Además, se felicitaron de que Rusia haya prometido, en caso de que se concrete un alto el fuego, permitir que los guardias fronterizos ucranianos ingresen en territorio ruso para llegar a los puestos de Gukovo y Donetsk.
En momentos en que el ejército ucraniano continuaba su operación militar contra los rebeldes prorrusos en el este del país, después del fracaso de un alto el fuego unilateral proclamado por Kiev, el ministro de Exteriores alemán había afirmado en un comunicado previo a la reunión del miércoles que «la intensidad de los combates en la zona aumentó masivamente».
«En cualquier momento se puede producir una explosión de violencia fuera de todo control político o militar», agregó, afirmando que la reunión de Berlín era una de las «últimas posibilidades para impedir eso».
«Nosotros no abandonaremos los esfuerzos para buscar soluciones diplomáticas al conflicto», aseguró por su parte la canciller alemana Angela Merkel, durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
«Es lamentable que el alto el fuego unilateral de diez días proclamado por el presidente ucraniano (…) no haya sido aceptado por los separatistas», añadió Merkel, sin comentar el hecho de que Kiev no renovó el alto el fuego.
Los europeos, sin manifestar explícitamente su descontento con Kiev, mantuvieron un silencio reprobador después de que el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, no renovara el alto el fuego, contrariamente a Estados Unidos, que adoptó una posición más favorable respecto a Kiev.