Equilibrio, control del balón, creatividad: Colombia está mostrando con resultados el ‘jogo bonito’ que Brasil no tiene y en cuartos de final amenaza seriamente al anfitrión, que por su parte hace ajustes obligados a su mediocampo para tratar de explotar su única arma, Neymar.
Pero Colombia tiene a James Rodríguez, el ‘Principito’ también de 22 años y dueño de la ‘10’ cafetera. Hoy es la bujía de este equipo que no se amilanó ante la ausencia de su principal referente Radamel Falcao García.
Frente a Uruguay, herida de muerte por la ausencia de Luis Suárez, el combinado de José Pekerman fue un espectáculo de ‘jogo bonito’ de toques corto y seguridad defensiva, y con un inspirado James que terminó con dos goles.
Del otro lado estaba Brasil en agonía, corriendo desesperado por no quedarse fuera de “su” Mundial tan temprano. Fue en los penales que respiró después de tanto sofoco gracias a la experiencia del cuestionado Julio César.
La crisis de Felipao
Luiz Gustavo cumplirá el viernes un partido de suspensión por acumulación de tarjetas. El volante del Wolfsburgo alemán es la pieza principal del vulnerable mediocampo brasileño: fue el que desarmó más adversarios en la primera fase con nada más y nada menos que 24 balones robados.
Pero no estará en el equipo el viernes y el seleccionador Luiz Felipe Scolari estudia las opciones para parar los ataques de James y compañía.
“En el juego, el mínimo espacio que tenga mejor para Brasil”, estimó Fernandinho, que probablemente estará actuando el viernes como volante de contención.
No es un secreto que el mediocampo de la selección brasileña no está siendo efectivo y su participación en la creación deja mucho que desear. Oscar por ejemplo, el cerebro del equipo, ha estado apagado en los últimos tres partidos después de un brillante debut.
Para tratar de contrarrestar las faltas, los sólidos zagueros han apostado en pases largos para llegar a los atacantes.
Paulinho, apagado en la primera fase, suena para volver al once titular como segundo volante.
Hernanes y Ramires (que ya entró como suplente sin mucho brillo) también podrían ser alineados en la posición de segundo volante, más volcado al ataque, y existe la posibilidad de que Henrique juegue atrás.
Pero Felipao no es amante de cambios bruscos en el equipo y por ahora haría ese único cambio forzado. El ataque se mantendría igual con Neymar, más atrás apoyando a la creación; Hulk, más despierto en el último partido; y el apagado Fred… con todo y bigote.
¿Juego berraco?
Da gusto ver a Colombia con su “juego berraco”, manejando el balón con precisión para la generación del juego ofensivo y recuperándolo rápido para reordenar las líneas. Es el ‘jogo bonito’ que el argentino José Pekerman le ha inyectado a los cafeteros, que no llegaban al Mundial hacía 16 años.
El ‘Principito’ Rodríguez se mueve a sus anchas principalmente por el medio y la derecha, una banda en la que Marcelo ha dejado grandes bulevares.
Junto al habilidoso mediocampista Juan Guillermo Cuadrado, el delantero Teófilo Gutiérrez y los dos volantes centrales, Carlos Sánchez y Abel Aguilar, el ataque colombiano es de temer.
‘Jogo bonito’ no ha mostrado Brasil en el torneo. No sorprende si Scolari lo mató en 2002 para imponer su estilo agresivo y obediente tácticamente, dando libertad a Neymar, el único verdadero crack del equipo.
Ganar primero, si es dando un espectáculo, pues mejor, aunque no es prioridad. Fue con ese nuevo modo de jugar que consiguió clasificar y ganar la Copa del Mundo de Corea del Sur-Japón, la quinta estrella ‘canarinha’.
Recuperándose de los golpes que recibió en el Mundial, Neymar estará listo para echarse el equipo encima y evitar la maldición de los cuartos de final, estancia en la fueron eliminados en las últimas dos ediciones.
La camiseta ‘amarelinha’ pesa, pero Colombia no tiene miedo.
¿Cachaza o aguardiente para celebrar?.