Las esperanzas de que la crisis de boletería aérea en Venezuela mejorara luego del 1 de julio, por la migración del rubro a Sicad II, no fueron más que falsas expectativas, puesto que el día de ayer en horas de la mañana agentes de viaje continuaban recibiendo a la clientela sin destinos para ofrecer.
Fue el caso de Fernando Alejos, agente de viajes, quien en menos de 40 minutos recibió a seis personas que con optimismo consultaron por boletos a destinos del sur, caribeños y europeos, sin respuesta satisfactoria.
Explica Alejos que la problemática conocida como “bloqueo aéreo”, inicia con la deuda millonaria que mantiene el Estado venezolano con más de 20 aerolíneas internacionales, y que la migración del boleto aéreo de Sicad I al II no resuelve el problema, puesto que la deuda persiste y aún los representantes venezolanos trabajan en el planteamiento de pago con aquellas aerolíneas que no ha aceptado la cancelación del monto por concepto de boleto aéreo en fracciones semestrales.
“Los agentes hemos recibido grandes cuotas de desesperanza con esta problemática, por ello que no nos creáramos falsas expectativas”, confesó Alejos, quien además comenta que existen ciertos elementos que lo llevan a pensar que difícilmente en Venezuela se vuelva a vender boletería en bolívares, ya que desde hace varios meses Cencoex anunció que aceptaría la tramitación de divisas con boletos áreas generados en el exterior, sumado a que representantes del gobierno han exhortado semanas atrás a los venezolanos a participar en las subastas de Sicad II, a fin de obtener los dólares que se requieren para la compra de un boleto o gastos por viaje.
“El problema se genera con el retardo del gobierno para hacer la conversión de bolívares a dólares, que luego son repatriados a casa matriz. Si los mismos venezolanos adquieren los dólares, se evitan ese proceso problemático y se frena el abultamiento de la deuda”.
Bloqueo en pantalla
Al intentar generar boletos hacia Curazao, Argentina y España, el agente de viajes se encontró con desagradables sorpresas, y es que en pantalla venezolana, el mismo sistema redireccionaba la búsqueda de boletos en clase económica a primera clase, lo que duplicaba el costo de estos, sumado a que tampoco mostraban disponibilidad de asientos en esta última.
Otra de las búsquedas arrojó una serie de restricciones para la venta, punto que según Alejos fue anexado recientemente. Para Curazao, por ejemplo, indicaba que el tiquet no podía ser vendido en Venezuela.
Para el agente de viajes la situación ha empeorado, ya que al no haber sido publicada la providencia del referido anuncio de migración también se desconocen las condiciones de la relación comercial. De allí que las aerolíneas hayan suspendido la venta.