El tenista español Rafael Nadal, número uno del mundo, fue eliminado este martes en octavos de final de Wimbledon por el jugador nº144, el australiano de 19 años Nick Kyrgios.
Kyrgios, que llegó a Wimbledon con una invitación, dio una lección de osadía y desenvoltura y se impuso por 7-6 (7/5), 5-7, 7-6 (7/5) y 6-3 a Nadal en partido disputado en la pista central.
Gracias en gran parte a sus 37 «aces», el australiano es el primer tenista fuera del top-100 en eliminar al número uno mundial en Wimbledon desde 1992, cuando el ruso Andrei Olhovskiy ganó al estadounidense Jim Courier en tercera ronda.
Además, es el primer jugador de menos de 20 años en derrotar a un número uno del mundo desde 2005, cuado Nadal batió a Federer en en Roland Garros con 19 años y 2 días.
Nadal, ganador en 2008 y 2010, sigue con su mala racha y desde 2011 no alcanza los cuartos de final de Wimbledon. Kyrgios se enfrentará en cuartos de final al canadiense Milos Raonic. La eliminación este martes de Nadal, Tommy Robredo y Feliciano López, deja el torneo sin españoles.
Ha nacido una estrella
«He jugado un tenis extraordinario, me costó un poco restar pero al final lo conseguí», dijo el australiano al acabar el partido. Con un peinado propio del Mundial de fútbol -raso en los costados, más largo arriba, con una letra Z esculpida en una sien-, cadenas al cuello, andares de rapero y sus constantes gritos de ánimo -a sí mismo-, Kyrgios es aire fresco.
Recuerda a las estrellas de otra época, aquellos estadounidenses y australianos como André Agassi o Pat Cash, o yendo más atrás Jimmy Connors y John McEnroe, que combinaban talento tenístico, osadía estética y desinhibición.
Kyrgios ha sido número uno mundial junior, pero el primer día que se habló de él en Wimbledon fue cuando salvó nueve bolas de partido y acabó imponiéndose al frances Richard Gasquet en segunda ronda.
El contraste entre el currículum de Nadal y el de Kyrgios es enorme. El australiano no ha ganado todavía ningún título en el circuito profesional y Nadal ha ganado 14 de Grand Slam, aunque sus peores números los presenta en la hierba londinense con 39 victorias y 8 derrotas.
Nadal superó las 700 victorias en su carrera en esta edición de Wimbledon, convirtiéndose en el undécimo tenista en lograrlo. En 2014 el mallorquín lleva ganados 4 títulos -Doha, Rio de Janeiro, Madrid y Roland Garros- y disputó la final del Abierto de Australia, pero la perdió ante el suizo Stanislas Wawrinka.
Deja vu para Nadal
El partido empezó como todos los de Nadal en esta edición de Wimbledon: con el primer set para su rival. Kyrgios estuvo cuatro veces a un punto de anotárselo, pero tres veces Nadal lo evitó. Lejos de acusar la inexperiencia, al final se anotó la primera manga, en un signo de lo que estaba por venir.
En el segundo set, Nadal se ahorró sufimientos y acabó aprovechando una única ruptura de servicio de su rival para anotarse su único set en el partido.
En el tercero, Nadal desperdició un punto para anotarse la manga y se vio abocado a un juego de desempate en el que Kyrgios sí aprovechó la primera oportunidad de poner tierra por medio.
El cuarto y definitivo fue plácido para el australiano gracias a una temprana ruptura del servicio de Nadal. En sus tres partidos anteriores en Wimbledon, el español había cedido el primer set y había remontado, pero por primera vez perdió dos sets y no logró superarlo.
