Nuevo rostro tendrá Carora – en sus 450 años

En 2019, en sus 450 años de fundada, la Zona Colonial tendrá un nuevo y verdadero rostro. Verdadero porque a la actual estructura no se la ha dado auténtica dimensión histórica. Como parte de este interés local ha sido constituida una Junta Patrimonial, con el ingeniero Ignacio González al frente.
Parafraseando al ingeniero  González, otras ciudades del país, verbigracia, Coro, le otorgan la importancia de un patrimonio similar como valor agregado al mundo de su economía interna y esa intención parece haber llegado a Carora.
González es hijo del recordado radiodifusor Carlos José González y, al mismo tiempo, nieto de Gonzalo González, dueño del cine Salamanca. Es ingeniero con maestría en Conservación y Restauración de Monumentos, egresado de la Universidad Central de Venezuela y de allí devino la idea de convertirlo en vocero de un colectivo de la ciudad llevado a gabinete cultural. La propuesta nació del Instituto de Patrimonios Culturales, un apéndice del Ministerio de la Cultura
Estamos hablando de un colectivo que se reúne cada miércoles, con sitios rotatorios y asistencia de personas en número no más allá de sesenta ni menos de treinta que, honestamente hablando,, constituye una porción bien apreciable.
Recientemente, González regresó de Estados Unidos, con frecuencia viaja al exterior, pero nada de eso tiene que ver con su función. La buena gerencia ha estado de por medio y es así como en fecha reciente el ingeniero Rafael Bravo Montes, con raíces caroreñas, fue invitado de honor a un gabinete cultural como asesor. Bravo Montes trabajó por mucho tiempo en la desaparecida Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental (Fudeco) y es también ahora docente en la Universidad Politécnica Antonio José de Sucre. De él se han tomado notables sugerencias.
Como se recordará, una avería en el dique protector de la ciudad, en 1973, coló sus aguas en los alrededores de la calle Falcón y la avalancha invadió sigilosamente a las viviendas de varias manzanas, mientras todos dormían. La avería se produjo al cabo de unos trabajos de compactación de las murallas ejecutados por el desaparecido Instituto Nacional de Obras Sanitarias. Lo demás fue dantesco. Hubo pérdidas millonarias en el comercio, en la estructura residencial y, por designios de la Providencia, ninguna víctima humana.
Sin embargo, hubo negligencia en la protección de la infraestructura histórica en lo que se conoce hoy como Zona Colonial, esa que, en ocho hectáreas, constituye una referencia cultural y turística de Carora.
En la página de la ciudad, esa valiosa mujer caroreña que es Emma Rosa Oropeza, escribe: “La Zona Colonial de Carora es considerada una de las de mayor importancia en el país. En el año 1977 fue remodelada y decretada Patrimonio Histórico. Con sus calles anchas y enormes caserones de grandes puertas y ventanas, alberga construcciones que datan de los siglos XVII y XVIII que a propios y extraños muestra señorial ese tiempo que parece detenido y continúa en ella. Es muestra viviente de la arquitectura colonial venezolana por estar en su mayor parte habitada y en uso particular, no de museo, lo que la diferencia de otras Zonas de Valor Histórico en el país”.
Optimista como el que más, la conversación con el ingeniero González nos remonta a los días en que su padre hablaba con entusiasmo sobre los progresos técnicos de su Radio Carora. En consecuencia, menciona que en función de los objetivos planteados,  entre los miembros de la Junta Patrimonial gira la idea de adquirir la Casa de los Zubillaga.
El patrimonio es diverso y en él figuran la Casa donde nació Jacinto Lara (esquina de las calles San Juan y Torres), la Casa de la Diversidad Cultural, la Capilla del Calvario, la Casa de los Zubillaga, la iglesia de San Dionisio, el inmueble donde funcionó la tienda El León y la casa de los González.
El propósito es que no se desplome ningún monumento, en otras palabras, consolidar el actual patrimonio histórico.
Los recursos los aportará la Alcaldía de Torres, comprometida con el proyecto.El ingeniero Ignacio González hizo saber que “deseamos crear conciencias, entrar en el inventario, la revisión de los documentos legales de las bienhechurías y comenzar los trabajos en 2014”.