Costa Rica hizo historia con su primera clasificación para los cuartos de final del Mundial, en Recife, tras superar en los penales (5-3, tras 1-1 al final de los 120 minutos) a Grecia, con uno menos desde el 66 y el arquero Keylor Navas como salvador.
El guardameta del Levante español se vistió una vez más con el traje de superhéroe, deteniendo el cuarto lanzamiento griego a Theofanis Gekas, mientras que sus compañeros acertaron en los cinco, para culminar la hazaña y citarse con Holanda en los cuartos de final, el sábado 5 de julio en Salvador de Bahía.
Los ticos llegaron, eso sí, a temerse lo peor cuando un tanto de Sokratis Papastathopoulos había igualado 1-1 en el 90+1 y forzado la prolongación, después de que Bryan Ruiz hubiera adelantado a los centroamericanos en el 52.
Con diez hombres durante 50 minutos, prórroga incluida, por la segunda amarilla a Óscar Duarte, el equipo costarricense resistió heroicamente los ataques griegos. Navas estuvo excepcional y fue decisivo, permitiendo a los suyos llegar vivos hasta los lanzamientos desde los once metros, repeliendo sobre todo dos peligrosos disparos de Konstantinos Mitroglou en el descuento del partido y en el descuento de la prórroga.
Once intocable
Costa Rica apostó por el mismo once con el que había ganado a uruguayos (3-1) e italianos (1-0), pero no tuvo la frescura de ese partido.
Era Grecia la que, pese a haber renunciado al dominio del balón, llegaba con más fluidez al arco rival, con primeros intentos tímidos de Lazaros Christodoulopoulos (12) y su compañero Sokratis Papastathopoulos (15).
La mejor de los costarricenses fue un casi remate, el de Joel Campbell en el 19, que estuvo a punto de llegar a un balón peligroso en el área pequeña.
Navas salvó la mejor ocasión de la primera parte en el 37, cuando tocó lo justo para desviar un remate en boca de gol de Dimitrios Salpingidis.
El guión cambió en el inicio de la segunda parte. Christian Bolaños, en el 52, buscó a Ruiz en la frontal del área, éste vio un espacio y con un disparo para la historia envió rasa, ajustada al palo izquierdo de Orestis Karnezis, que se quedó inmóvil como sus defensas, sorprendidos por el disparo del capitán de la ‘Sele’.
Todo le sonreía a los ticos, hasta que llegó la expulsión de Duarte por la segunda amarilla. A partir de allí se dio a la tarea de aguantar las embestidas del rival, pero finalmente recibió el gol del empate en el añadido, lo que obligó al alargue.
Para su fortuna tuvo a su salvador, el portero Navas, después de salvar el arco en par de veces en la prórroga antes de para el penalti que supuso la clasificación.