Giordani y la corrupción

Cuando hasta los aliados del PSUV solicitan investigar los altos niveles de corrupción que denuncia el ex –Ministro de Planificación del gobierno que preside Nicolás Maduro, algo que la oposición ha venido planteando reiteradamente, no sólo confirma la justeza del reclamo oposicionista, sino que también deja claro que estamos frente al régimen más corrupto de nuestra historia republicana.
La destitución de Jorge Giordani, el mentor económico del extinto Presidente Hugo Chávez y por lo tanto el Ministro que lo llevó a aplicar una política económica similar a la que los comunistas impusieron en la Unión Soviética, centralizada, estatista, con todos los controles necesarios para liquidar el capitalismo, con la diferencia de que los soviéticos construyeron una poderosa economía bélica y espacial, y una infraestructura del transporte y la comunicación que todavía subsiste en la Rusia de Putin, no parece ser la causa para que Nicolás Maduro lo removiera sin consideración alguna.  Y ello porque el heredero del difunto eterno, sigue empleando la misma política económica que desde hace 14 años diseñó Giordani para la ¨revolución¨.
Y aunque el ministro de mayor confianza, en materia económica, de Hugo Chávez haya tratado de realizar severas críticas a la conducción del gobierno presidido por Maduro, en altos círculos políticos del oficialismo se venía comentando que la salida de Giordani estaba resuelta desde el mismo día que denunció que empresarios de maletín se habían robado más de 20.000 millones de dólares, al recibirlos fraudulentamente de CADIVI. Semejante denuncia proveniente de un ministro, considerado un hombre honesto en el manejo de los fondos públicos, tiene que haber estremecido la conciencia y el interés de centenares o miles de traficantes del Tesoro Público, que han amasado inmensas fortunas ilícitamente.  ¿Cuántos altos funcionarios públicos se pueden haber coludidos, primero, para engavetar la denuncia y, segundo, para pedir la cabeza del denunciante? No lo sabemos y posiblemente no se conozca nunca, excepto que algún tribunal internacional con competencia en la materia se ocupe de reemplazar a jueces corruptos sometidos al Poder Ejecutivo venezolano.
Esta hipótesis podrá ser desmentida o confirmada por la acción del propio gobierno en materia económica. Si las políticas económicas del centralismo, el estatismo, el control de cambio, la devaluación, el excesivo gasto público y las dádivas para mantener una clientela política y  no para solucionar el problema del desempleo, las continúa ejecutando el gobierno, el misil que constituye la carta de Giordani, además del juicio que descalifica a Maduro, por su falta de liderazgo, tiene otras explicaciones e implicaciones.
Y a esto se agrega que la Dra. Edmeé Betancourt, siendo Presidenta del Banco Central de Venezuela, hizo la misma denuncia y a los pocos días ¨renunció¨, seguramente bajo presiones o amenazas, y ya se ha anunciado que será investigada por otras actuaciones suyas en la Administración Pública hace algunos años,   la conclusión a la que hay que  llegar es que los corruptos están en las más altas esferas del gobierno, que les permite actuar con total impunidad.  Si la Dra. Betancourt cometió un delito contra la cosa pública, no se le investigó sino después de que formuló la denuncia contra los empresarios de maletín, posiblemente los mismos o testaferros de los que denunció Mario Silva, otro hombre del confianza del extinto Presidente Chávez, en un informe que enviaba a La Habana a través de un alto funcionario cubano, y que fue grabado en un video que se hizo público.
Finalmente, como Jorge Giordani piensa y ha actuado como un comunista ortodoxo, su política económica impulsada  por Hugo Chávez respondía a los lineamientos del marxismo-leninismo-stalinismo, no sólo ejecutado en la URSS, sino también en Cuba y otros países que posteriormente renunciaron a esa política, excepto el gobierno de Fidel Castro. De allí provienen los acuerdos de  Hugo Chávez con los hermanos Castro, refrendados por Nicolás Maduro y Raúl Castro, aunque éste trata de introducir algunas modificaciones económicas y busca entenderse con los  Estados Unidos. El daño que le ha causado a Maduro y a su gobierno la carta de Giordani no se palpará todavía sino en el plano moral, y político en cuanto al cuestionamiento de su liderazgo, con consecuencias impredecibles para  el futuro mediato o inmediato.