El acceso a las materias primas, tanto nacionales como importadas, se ha convertido en un verdadero “cuello de botella” que impide el desarrollo del sector manufacturero venezolano, de acuerdo con lo expresado por el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Eduardo Garmendia.
Señala que en cuanto a las materias primas importadas, hay problemas con las asignaciones de divisas pendientes para el pago a los proveedores internacionales, admitiendo que en las últimas semanas se ha producido un proceso de asignación de divisas, que aun cuando no solventa el problema, va en la solución correcta para resolver la situación de algunas empresas.
-Sin embargo, el problema no se soluciona totalmente porque los proveedores internacionales, como consecuencia de las demoras que ha habido, muy posiblemente no estén dispuestos a mantener o abrir las líneas de crédito nuevamente, estos son algunos de los inconvenientes que se van a presentar y que se están presentando con la materia prima de origen importado, señala Garmendia.
En el caso de la materia prima nacional, las empresas productoras de materias primas, las cuales están operadas y gerenciadas por el Gobierno, caso del aluminio, acero y petroquímica y todos conocemos los niveles de producción que tienen estas empresas en la actualidad, y por consiguiente el déficit de suministros al sector transformador, y esto se refleja en la capacidad del sector transformador de poder manufacturar productos terminados.
Por otra parte, Garmendia hizo referencia a otros factores que afectan la producción y la productividad del sector manufacturero, como es el caso de la Ley del Trabajo y la inamovilidad laboral, instrumento que ha contribuido a que se haya incrementado el ausentismo laboral y le haya dado paso a una nueva figura que es la del presentismo laboral, donde el trabajador se hace presente en las empresas pero no labora, sabiendo que no se puede hacer nada en su contra.
