La FIFA y el gobierno brasileño acordaron reajustar el plan de seguridad para el Mundial-2014 y movilizar más efectivos en todos los estadios, dos días después de que un centenar de hinchas chilenos invadieran la zona de prensa del Maracaná.
“Como resultado de esta evaluación, se decidió reforzar la seguridad en los perímetros del estadio (tanto físicamente como con personal) y aumentar la presencia de seguridad pública en los accesos a los puntos de control (mag&bags) y de seguridad privada (stewards) en los 12 estadios”, anunció el máximo organismo del fútbol en un comunicado a última hora.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, se reunió en Río de Janeiro con el ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, así como con representantes del Comité Organizador Local de la Copa del Mundo (COL) y de los ministerios de Defensa y Deporte.
En el encuentro se abordó la posibilidad de que las fuerzas públicas reforzaran la seguridad privada de la que dispone la FIFA en los estadios, según publicó la prensa local.
“Si fuera necesario que utilizáramos seguridad pública, no tenemos nada en contra”, afirmó Valcke en unas declaraciones recogidas por varios diarios brasileños.
“Lo que queremos es un evento seguro. Todo lo que sea necesario para lograr esa seguridad, será hecho por la FIFA y por el Gobierno”, añadió.
Por su parte, la policía militar (PM) de Río de Janeiro ampliará sus efectivos e instalará barreras más resistentes en los alrededores del estadio Maracaná.