Planteamientos -Siria: la historia contrafáctica

En términos estrictos, lo contrafáctico remite a sinónimo de oposición, confrontación sobre la base de lo fáctico, equivalente a sucesos reales y verídicos. En sentido amplio, la historia así calificada representa una novedosa corriente que se fundamenta en la interpretación de hechos que no ocurrieron, a partir de la premisa que interroga: ¿Qué hubiera pasado si…?
Por esa vía, se entretejen distintas referencias teóricas al caos, la transdiciplinariedad, la complejidad, en el ámbito de la posmodernidad, como expresión cultural contemporánea. Al lado de la retrospectiva, con apego a la realidad, la imaginación permite construir ideas alternativas. Lo que ocurre en Siria, puede ser un ejemplo.
Desde hace tres años atrás, encadenada a la estrategia denominada “primavera árabe”, supuestamente planificada para instaurar la democracia en la región, es objeto de una cruenta guerra, cuyo costo social no justifica, bajo ningún concepto, la decisión política de intervención ni en esa república árabe ni en ningún otro país, irrespetando el principio de la no injerencia y la autodeterminación de los pueblos.
Es evidente que los planes de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y de los países que apoyan a los sectores opositores y promueven el derrocamiento del presidente electo Bachar al- Assad, no han alcanzado tal objetivo, y a estas alturas, estarán pensando qué hubiera pasado si hubiesen acordado otras decisiones.  El grupo “Amigos de Siria” (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Egipto, Katar, Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Turquía y los Emiratos Arabes) ha visto debilitarse su grado de influencia en el conflicto y sus propósitos declarados, a raíz de la posición asumida por China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo cual no ha sido obstáculo para sus intereses, según lo evidencia la historia reciente en otros casos.
Las elecciones del 3 de junio próximo pasado son una nueva página en esa historia. Fue reelecto el actual presidente, con una participación ciudadana del 73,42 % de los electores, pese a que efectivamente parte del territorio está ocupado por más de 90.000 mercenarios extranjeros y el llamado de la Coalición Nacional, desde el exilio a boicotear los comicios. Más de 360 periodistas extranjeros fueron acreditados para cubrir el evento, según lo reseña el especialista Thierry Meyssan.
El propio Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, no vaciló en considerar tales elecciones como “una farsa, un fraude, un insulto, ilegítimas porque no pudieron votar millones de electores, en medio del conflicto”, agregando, “que no había condiciones para su realización”. Sin embargo, fue otra su posición, al “bendecir” y celebrar los resultados electorales en el caso de Afganistán y Ucrania.
Estos y otros datos extraídos de la realidad alimentan la historia contrafáctica de Siria.