Cuento de conspiración

Este juzgado, sigue causa a los jóvenes que un día después de las elecciones cometieron el delito de conspiración, rebelión y se reserva el derecho de modificar in voce, las calificaciones para poder encuadrarlas en cualquier delito de manera que sirva de ejemplo a todo aquel que manifieste en contra del régimen.
Dos días de estos o querrás decir un día de estos, grupo de jóvenes armados con banderas, gorras, franelas, se levantaron contra el régimen, que el pueblo legítimamente se había dado con la finalidad de implantar un régimen distinto; tenemos pruebas que los jóvenes, nos apuntaban con sus gorras, nos disparaban con sus franelas y enarbolaban banderas altamente peligrosas.
Este levantamiento armado con esos peligrosos implementos, hostilizo a las fuerzas de la República lo que conllevó a estas a usar medios persuasivos, disparos, torturas, amedrentamiento, amenazas de violación, logrando la detención de muchos de ellos, a los cuales estamos juzgando por Conspiración.
Estos jóvenes celebraban reuniones en la casa de los partidos, en los cafés o al aire libre, donde se organizaban y lucían las armas que usarían en el movimiento armado, allí se podían observar las gorras con la bandera, las franelas con figuras y mensajes peligrosos tales como “No al fraude”.
Este llamamiento al Golpe de Estado, inspirado en circunstancias ajenas a la voluntad de esos agentes criminosos, atendiendo a lineamientos de aquellos que dirigen la Guerra de las Galaxias; fueron abortados por el glorioso ejército de la República, Guardia Nacional de los valores de la patria.
Esta demostrada también la participación de personas ajenas al Movimiento Conspirativo, quienes en ambulancias y con equipos médicos sofisticados prestaron auxilio a los conspiradores curándolos y lavando sus heridas con agua oxigenada, a ellos también hay que castigarlos para amedrentar a todo aquel que preste ayuda al caído.
¿Hay que dejarlo en el suelo?
Las parvas acusaciones fueron acogidas rápidamente por los fiscales acusadores, quienes aseguran que las gorras, franelas y banderas podrían ser usadas para el aprendizaje del manejo de armas más peligrosas, tales como la libertad de manifestar y de expresión.
El grupo de jóvenes subversivos se dividían en tres grupos: los de franelas, quienes marchaban raudos por las calles; los de las gorras, quienes corrían velozmente huyéndoles al glorioso ejército; y los de las banderas que se tapaban la cara con las mismas para esconder la Intención de derrocar al régimen.
Se utilizó bestial sadismo contra los detenidos: los maltrataron, los amenazaron, los vejaron, y hoy muchos de ellos sufren cefalalgias, pero esto debe permitirse y menospreciar la denuncia de aquellos organismos, que algunos llaman ONG y sonreír con desdén ante las mismas.
Con grandes esfuerzos los fiscales acusadores señalan que los jóvenes cometieron el delito de conspiración, no importa que no existan pruebas, la avasalladora evidencia que dice el Jefe de Estado, basta para condenar a los procesados.
Los abogados defensores, encabezado por Miscotropo, en su acertadísima defensa, ha dicho que las manifestaciones no tenían como fin subvertir el orden público, sino que tenían una finalidad trascendente, respetar la demcoracia o sea que tenían un fin de contenido teleológico y en consecuencia no se puede castigar esa conducta; y pidió la absolución de todos los procesados. No esperaron sentencia, puesto que la misma la dictaran ustedes. ¿Son culpables o inocentes? Se oyó un largo grito de angustia ¡Son inocentes!