El escalofrío te recorre el borde del estómago y sube hasta el centro del tórax. Fugaz pero certero. Suele acompañar cualquier saludo, cualquier conversación ocasional o concertada con amigos, conocidos o vecinos, y a una frase que de tanto escucharla, se va haciendo dolorosa y reiterada: “Me voy del país”.
Dentro del cúmulo de indicadores y cifras negativas que ha generado la “revolución” en estos 3 lustros, las relativas al éxodo de venezolanos se han incrementado en la misma proporción al deterioro y devastación que el actual gobierno sigue generando, a todo nivel.
Pero ninguna cifra, ningún número puede reemplazar a esa sensación de desarraigo, de profundo quiebre emocional que aflora como un pesado abismo en quienes deciden irse de Venezuela huyendo del hampa, de los secuestros, de las colas y la escasez, de las privaciones, la impunidad y sobre todo, de la paulatina clausura de los espacios de libertad individual, profesional y empresarial que el actual (des)gobierno, en trance de delirio comunista, se empeña en llevar a cabo.
El verdadero plan magnicida en marcha, es el de una inflación que aceleradamente nos hace cada día más pobres, mientras la inercia, inacción y falta de criterios en el gobierno y el saqueo cambiario de la elite boliburguesa, debilitan y agrietan lo que va quedando de tejido productivo. Si existiera la categoría “crímenes de lesa humanidad”, el robo y despilfarro de la mayor bonanza petrolera de nuestra historia empleada para cercar a la empresa privada y la producción nacional, alentar una dependencia de importaciones sin diversificar la economía y profundizando el peso de los controles y regulaciones del Estado en la sociedad, acciones ejecutadas por la actual gestión, encajarían en tal denominación.
El gran éxito de la “revolución”, ha supuesto la siembra del resentimiento, el quiebre de la convivencia, y un apartheid selectivo, casi quirúrgico, a todo aquel que no comparta, ni comulgue, ni se declare en sumisa y silente aceptación del catecismo estatista, tiránico, demagógico y jurásico que se esconde detrás del supuesto “humanismo” revolucionario.
En Venezuela, el futuro se parece más a una maleta llena de exilio forzado, que a la posibilidad de planificar una vida mejor para ti y los tuyos.
Sí, es cierto, no son todos, y quizá es aun mayoría la de quienes se plantean seguir aquí, negados a abandonar el sentido de su vida, sus raíces, sus afectos más profundos, esperando que en algún momento todo cambie, o al menos empiece a cambiar.
Pero para muchos, quizá demasiados, el único Plan de la Patria queda, paradójicamente, lejos de aquí. Ojalá podamos decirles no adiós, sino hasta luego. A los que se van.
@alexeiguerra
Capitalismo Lunar Los que se van
-
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
María Corina Machado lamenta fallecimiento de miembro de Vente Venezuela #14Nov
Maria Corina Machado envió sus condolencias a la familia Martínez Medina tras la muerte del joven Jesús Manuel.
- Publicidad -
Debes leer
- Publicidad -
- Publicidad -