Ayer martes, en la casa de Yurmer Enrique Benítez Godoy, de 40 años, había mucha tristeza. Allí se realizaban los actos velatorios desde las 11:00 p.m. del lunes cuando trasladaron el cuerpo del hombre que perdió la vida esa madrugada mientras iba en el autobús Mercedez Benz, cuyo conductor perdió el control y colisionó contra un árbol en el kilómetro 50 de la Autopista Regional del Centro, a la altura de Paracotos, estado Miranda.
Cantos evangélicos fúnebres y de resignación se escuchaban entre los presentes, aunado a los lamentos de sus compañeros de trabajo y familiares. “Era nuestro ejemplo a seguir”, manifestó Jesús Benítez, de 21 años, hijo mayor de los cinco del ahora occiso.
“Él era una persona correcta que le gustaba hacer un buen trabajo, siempre muy responsable”, así describió a su progenitor quien fungió como sargento de la Guardia Nacional Bolivariana, y aunque ya estaba jubilado, continuaba trabajando, pero desde la Unidad Criminalística contra la Vulneración de los Derechos Fundamentales en Lara. “Ahí estuvo como personal de seguridad desde que se creó en la región”.
El joven estaba desconsolado, a pesar de ello recordó que el pasado domingo, Benítez Godoy compartió con ellos y celebraron juntos el Día del Padre y a las 10:00 p.m. salió de su casa con rumbo al terminal terrestre, donde abordó el viaje que lo llevaría al final de su vida, “se iba a Caracas por varios días a realizar un curso de mejora profesional”.
Comentó que uno de los compañeros del Ministerio Público que lo acompañaba y que sobrevivió, los llamó para darles la mala noticia.
Compañeros de trabajo como José Gregorio Guash, declaró que el fallecido era como su mentor, “siempre nos orientaba, era muy comunicativo y nos consultábamos cualquier tipo de decisión que fuésemos a tomar”.
También dijo que a su mente llegaron recuerdos de vivencias con José Argenis Torrealba Guédez, otra de las víctimas del accidente y quien residía en Quíbor, municipio Jiménez, “éramos compañeros de armas por lo cual teníamos años de amistad. Los dos eran muy apreciados”.
Los restos de Benítez Godoy fueron enterrados en el cementerio Metropolitano de Cabudare ayer en la tarde, mientras que de Torrealba Guédez se realizaron en su tierra natal.