De nuevo María Corina

Al momento de escribir estas líneas desconozco si María Corina está detenida o si se impuso la razón y el buen juicio y mantiene su libertad. No recuerdo en mi ciclo vital, un ensañamiento mayor contra una mujer venezolana, como el de este gobierno contra María Corina Machado. En realidad se ha ensañado contra varias mujeres, porque el sufrimiento producido a Bony Simonovis, a las madres de los jóvenes presos, de los torturados y vejados, a la juez Afiuni, a la esposa e hijas de Brito y a María Corina ha sido verdaderamente atroz. Mientras a una mujer extranjera como Cristina Fernández la ha protegido, ayudado y encubierto en sus fechorías.
María Corina Machado ganó su curul en la Asamblea Nacional, con la mayor votación que diputado alguno obtuviera en las elecciones de 2010. Era, iba a decir, porque la despojaron de su condición, pero mejor digo es, por su dignidad, diputada a la Asamblea Nacional. Constitucional y legalmente mantiene esa condición. Ella es la gran diputada de la actual Asamblea Nacional, porque nadie le gana en legitimidad. Si se sometiera hoy a votación su curul, estoy seguro no sólo de que María Corina ganaría, sino de que ampliaría su votación.
Sus intervenciones en la Asamblea han sido siempre muy claras, firmes, contundentes, valientes pero a la vez respetuosas. Recuerdo su intervención ante Chávez con ocasión de uno de los mensajes del entonces presidente, quien sintió la verdad y gravedad de lo dicho por María Corina Machado. De ahí el ensañamiento del gobierno contra la parlamentaria, no la aguantaron y se propusieron sacarla del Parlamento. No le permitieron en 2011 presidir la sesión de instalación del nuevo Parlamento, como le correspondía por haber sido la más votada en las elecciones. Fue varias veces, muchas veces, abucheada y ofendida dentro del recinto parlamentario por los diputados oficialistas y por las barras que llevan a las sesiones. Fue golpeada por una diputada oficialista y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Fue tratada por el actual presidente de la Asamblea Nacional de manera descortés en todas las oportunidades que María Corina intervino y finalmente fue despojada de su condición de diputada sin razón ni justificación alguna, todo avalado por un poder judicial entregado al régimen y que pasará a la historia como el más abyecto de la historia institucional de Venezuela.
Ahora la acusan de magnicidio. El señor Maduro la llamó asesina. Acusación absurda. No tiene un invento más fantasioso porque no les da más la cabeza. Desde Chávez hasta hoy, van más de 50 inventos de magnicidios. La única prueba hasta el día de hoy son unos supuestos correos electrónicos que tampoco dicen nada. María Corina fue a la Fiscalía, dio la cara, de nuevo demuestra ser valiente y llena de coraje y amor por Venezuela y su futuro, enfrenta la infamia de un régimen que ha destruido la Patria.