Todos sabemos que cuando toca hablar de justicia cuesta creer en la transparencia y
honestidad de la misma en nuestro país, es que cada vez es más preocupante como los
venezolanos nos sentimos desprotegido por el sistema y siente la necesidad de tomar la
justicia por sus manos, por eso se ve con gran asombro como a diario salen noticias donde
comunidades deciden “linchar” a un delincuente que agarran en flagrancia.
Nuestro país en la historia reciente ha sido escenario de capítulos complejos en temas
judiciales y que serán escritos en los libros de historia como una pared de fusilamiento moral,
recientemente nos toca vivir como empieza una novela de suspenso con el caso de Leopoldo
López y donde cuesta creer en un final donde se sentencia la verdad de lo que paso.
El gobierno ha sabido como quitarle la venda a la justicia y cada vez que necesita de ella esta
sea su mano amiga para frenar alguna personalidad, partido político o movimiento que lo
moleste en determinado momento a su conveniencia.
Se vivió con Henrique Capriles hace algunos años, se vive con el Comisario Simonovis y
lamentablemente se vivirá con otros tantos que han sido víctima de procesos judiciales donde
la manera de realizar los mismos levanta más suspicacias y sospechas que consuelo en las
víctimas.
Por otro lado nuestras cárceles están cada vez mas llenas de jóvenes que por algún error en
sus vidas les toca pagar una pena, pero para que esto suceda pudieran pasar tantos años y
calamidades que las cárceles se terminan tragando sueños de jóvenes y llevando a los mismos
a pagar la pena sin un juicio justo.
Sin duda alguna un gobierno responsable toma el tema de la justicia como un problema
principal, hay un pueblo que lamentablemente confía cada vez menos en sus leyes ni en su
gobierno; nunca es tarde para manifestar y ser solidario con aquel que siendo inocente vive
días grises por capricho de algún poderoso de turno, la justicia tarda pero llega aun con el
dolor de haber perdido muchas cosas.