La malaria, o paludismo, es un tema de larga data en Venezuela. Se contrae por la picadura de mosquitos infectados, del género Anopheles, quienes alojan el parásito Plasmodium en el organismo, que en los peores casos ocasiona daños en hígado, bazo, cerebro, glóbulos rojos, pulmón y riñones.
Según el médico sanitarista Armando Sánchez, antes la población se reducía a causa de las guerras y, tras la llegada de Juan Vicente Gómez al poder, comenzó el proceso de pacificación.
Pero el cese del conflicto armado no bajó las tasas de mortalidad. Los casos de malaria incrementaron: en 1936 enfermó el 30% de la población que rondaba los tres millones de habitantes.
“En aquel momento, se creó el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y se instrumentó una división de malariología y saneamiento ambiental
El gran luchador contra la malaria en aquellos tiempos fue el doctor Arnoldo Gabaldón (1909-1990), quien pasó a ser un salvador demográfico, porque a partir de la lucha empezó a incrementar la población venezolana”, recordó el médico.
Para 1961, agregó el especialista, la Organización Panamericana de Salud (OPS) declaró que Venezuela tenía 400.000 kilómetros cuadrados libres de paludismo.
En el año 2013 se registró la cifra más alta de casos de malaria, entre la IV y V República. 77.000 personas fueron diagnosticadas con el parásito.
“En 15 años de Revolución estamos por los 600.000 casos (superior a los registros de los 40 años anteriores)”.
La falta de control en las minas, generalmente militarizadas, derivan en el repunte de enfermedades que fueron erradicadas en el pasado, incluyendo la malaria.
Sánchez aseveró que fue destruida la personalidad humana y técnica de la dirección de malariología.
La crisis económica, la búsqueda de dinero fácil y la corrupción en las minas empeoran el panorama, planteó.
“Cuando uno le pregunta a los adolescentes en consulta, en cualquier parte del país, dónde están sus padres, responden que en las minas.
Son tierras sin ley, sin gobierno ni afecto social. Esa, lamentablemente, es la patria que tenemos”, advirtió.
De acuerdo con Sánchez, la malaria es una enfermedad que tenderá a crecer en el país.
Anualmente, 250.000 habitantes de todas las regiones se movilizan hasta el estado Bolívar, muchos van hasta las zonas mineras por ambición, el resto viaja por fines turísticos.
La migración hasta zonas mineras asciende cuando el precio del oro es más elevado. Ahora, la onza se cotiza en Bs. 1.800.
“La malaria está arrinconada en las fronteras del país y tiene pasaporte diplomático”, explicó Sánchez.
Los focos endémicos se reparten en dos zonas: meridional y occidental, las cuales abarcan los estados Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre, Anzoátegui y Guárico; Apure, Barinas, Mérida y Táchira.
El incremento de la malaria en el país se debe a la desestabilización que ocasionan las interminables rotaciones en el Ministerio de Salud, contó.
“En los últimos 15 años llevamos 11 ministros (específicamente tres en lo que va de 2014) de los cuales, cuatro fueron militares”, sentenció.
A esos cambios se suma el desconocimiento en materia de salud pública de los ministros, el deterioro de los programas sanitarios y problemas de financiamiento, opinó.
Expectativa inmunológica
En el mundo no existen vacunas contra parásitos, añadió Sánchez. Por lo tanto, la malaria está a la expectativa inmunológica.
Actualmente, el Laboratorio GSK desarrolla una vacuna antimalárica en Mozambique, aunque sigue en período de prueba
Para las bacterias y los virus, dijo, es posible hacer vacunas. Sin embargo, los parásitos tienen una estructura genética compleja, un punto en contra para la cura de la enfermedad.
La malaria también se contrae mediante picaduras del mosquito, vía placenta y transfusiones sanguíneas.
Tipos de paludismo
El tratamiento antimalárico está orientado para actuar sobre el parásito en el hígado y los glóbulos rojos.
El Plasmodium vivax es el tipo de paludismo más frecuente en Venezuela.
Se manifiesta, generalmente, 12 días después de la picada.
El 65% de los casos detectados corresponden a este cuadro relativamente benigno. El tratamiento se administra en 14 días.
El Plasmodium falciparum es el tipo de paludismo más peligroso.
El mosquito, al picar a la persona, transmite el parásito en forma de esporosoito y estos, a través del torrente sanguíneo, se direccionan al hígado, se reproducen y propagan en otros órganos, como el sistema sanguíneo, donde colonizan el glóbulo rojo hasta llegar al pulmón o el riñón, indicó el especialista en Armando Sánchez.
25% de los casos registrados en el país corresponden al Plasmodium falciparum, que afecta incluso el bazo, el cerebro y la placenta.
Datos
• En Venezuela se concentra el 3% de la oferta mundial de minerales.
• Según proyecciones, la minería ilegal en el país produce 12 toneladas de oro anuales.
• La onza del codiciado mineral está valorada en Bs. 1.800.
• La extracción clandestina de minerales es lucrativa. Cada kilogramo de oro trae 35,3 onzas.
• Para el año 2011, la explotación minera pública y privada ocupaba 890.000 hectáreas.
Luego, el fallecido Hugo Chávez aprobó el Decreto Nº 4.813 con carácter de rango, valor y fuerza de Ley Orgánica que reserva al Estado las actividades de explotación y exploración del oro.
Esa medida prohibió la exportación del mineral.
• En aquel entonces, Chávez promovió la militarización de la región Guayana para combatir la minería clandestina. El despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana continúa. Pero no hay grandes resultados, comentó el doctor Armando Sánchez.
• Clásicos de la literatura venezolana hacen un recuento de la llamada fiebre económica. Obras como “Casas Muertas” de Miguel Otero Silva y “Juan El Veguero” de Rómulo Gallegos son los mejores ejemplos.
