Bélgica regresa a su primer Mundial en 12 años rebosante de confianza antes de su primer partido contra Argelia por el Grupo H.
La mejor generación de futbolistas belgas en mucho tiempo saldrá a la cancha el martes en el estadio Mineirao ante una selección argelina que es una incógnita.
«En realidad no puedo analizar las cartas de los argelinos», comentó el técnico de Bélgica, Marc Wilmots. «Han estado jugando un 4-3-3, pueden jugar un 4-4-2. Podemos prepararnos de tres mil formas distintas, pero lo único que podemos hacer es estar listos».
Bélgica es cabeza de serie del Grupo H, que también incluye a Rusia y Corea del Sur, y es favorito para terminar primero incluso sin su delantero Christian Benteke, descartado del campeonato por una lesión. Los belgas tienen una nutrida camada de talento, que incluye a estrellas como el volante Eden Hazard, el arquero Thibaut Courtois y el zaguero Vincent Kompany.
Argelia afronta al torneo con la meta de superar el logro de su equipo de 1982, que venció al monarca europeo Alemania Occidental en la fase de grupos. Y aunque no pasó a la siguiente etapa, todavía es considerada como la mejor selección de ese país del norte africano.
El timonel de Argelia, Vahid Halilhodzic, reconoce que Bélgica es el favorito para ganar.
«Nos toca una selección belga muy talentosa, que para mí es la favorita, pero en el fútbol cualquier cosa puede pasar», dijo Halilhodzic. «Nos hemos preparado para dar un campanazo en Brasil. Sabemos lo que tiene Bélgica, pero nosotros también tenemos armas».
Uno de esos recursos es Sofiane Feghouli, el volante de Valencia español que nació en Francia de padres argelinos. Es un jugador con notable visión de juego y buen toque. Argelina tiene suerte que Feghouli, de 24 años, les represente, ya que Francia quiso reclutarlo para su selección.
También cuentan con Islam Slimani, el delantero del Sporting Lisboa.
Nadie olvida el Mundial de 1982. Luego de la victoria ante Alemania Occidental, Argelia quedó fuera tras el «pacto de no agresión» entre Austria y los alemanes en el último duelo de la fase de grupos, con el que ambos conjuntos europeos avanzaron.
Los argelinos aún sienten esa amargura y se inspiran en la misma: «Si queremos dar la sorpresa el martes, hay que estar concentrados al máximo y jugar con el corazón. El Mundial es un torneo que motiva a todos. Tenemos ante deber con 40 millones de argelinos» dijo Feghouli.