– Comer rápido: Científicos de la Universidad de Atenas concluyeron recientemente que comer rápido reduce la segregación de las hormonas intestinales que producen la sensación de “lleno”, esta disminución de hormonas puede llevarnos a comer en exceso.
– Porciones: Un estudio publicado en Journal of Consumer Research sugiere que elegir paquetes pequeños de snacks como papitas, puede hacernos consumir el doble que si elegimos un empaque grande.
– Televisión: Una investigación publicada por la revista Archives of Internal Medicine, muestra que ver la televisión más de cinco horas al día predispone al sobrepeso, ya que se consumen alimentos de forma inconsciente y hay sedentarismo.
– No tomar suficiente agua: En un encuentro de la Sociedad Americana de Química (ACS), se concluyó que beber dos tazas de agua antes de comer ayuda a perder peso y prevenir la obesidad.
– No tomar un tiempo exclusivo para comer: Si mientras comes “aprovecha” el tiempo para también trabajar frente a la computadora o divertirse con un videojuego, un estudio de la American Journal of Clinical Nutrition, revela que este tipo de hábitos incrementan el apetito y predisponen a sobrepeso u obesidad.
– Aderezos vs condimentos: Si ya incrementó su consumo de verduras y vegetales, evite “desperdiciar” su esfuerzo al agregar aderezos cremosos. Una investigación de la Universidad de Pardue, sugiere que consumir pimienta roja de Cayena, puede ayudar a reducir el apetito y quemar más calorías.
– Comer “sin conciencia”: Sabemos que el ritmo diario de vida es rápido y apenas nos da tiempo para alimentarnos, sin embargo tome tiempo para leer las etiquetas de los productos que consume. Este es un método efectivo para combatir el sobrepeso y ha mostrado resultados positivos en estudios de la Universidad Estatal de Washington.
– Confusión: Podemos considerar que un alimento es saludable, solamente por rumor o usos y costumbres. El doctor Salomón Jakubowicz, sostiene por ejemplo que uno de sus pacientes se sentía orgullosa de cambiar el pan y refrescos por cereales, miel y bebidas energéticas; sin embargo, estos pueden ser los “peores” carbohidratos, ya que generan resistencia a la insulina.
– Emociones: Cuando hay sobrepeso u obesidad, puede existir también un problema emocional, asociado con baja autoestima e inseguridad, por ello ¿por qué no comenzar a sustituir la palabra: “perder”, por “ganar”? Si subes de peso pierdes salud, pero si bajas de peso ganas salud y evitas enfermedades, todo es cuestión de actitud.
Dormir mal: Trasnochar hace que pierda la noción del tiempo y la cantidad de comida que ingiere. Además se produce un desequilibrio hormonal que afecta la sensación de saciedad.
Ansiedad: Estimula las ganas de comer alimentos dulces y con grasa. Necesita aprender a controlarla, con clases de meditación o yoga. Si hace falta, busca ayuda de un especialista.
Estrés: Genera un desequilibrio hormonal que provoca un aumento de peso. Por eso es importante la relajación y la actividad física.
Dejar de fumar: Si bien dejar de fumar es una decisión muy importante y saludable, es necesario que tenga presente que al hacerlo tendrá momentos de gran ansiedad. Por eso debe estar preparado y planificar muy bien sus comidas.
Falta de actividad física: El sedentarismo provoca un menor gasto calórico y un mayor depósito de grasas.
Exceso de consumo de sal: Puede generar retención de líquido y por lo tanto, aumento de peso.
Saltarse comidas: Es importante comer tres veces al día con dos colaciones entre cada una. Si se salta una comida, lo único que va a lograr es que su metabolismo se vuelva más lento. La ingesta de alimentos cada tres horas es importante para mantener equilibrado el metabolismo.
Tomar poco líquido: Al consumir poca cantidad de agua su cuerpo retiene más toxinas y esto puede generar sobrepeso.
Comer poca fibra: Los alimentos con fibra son alimentos que generan sensación de saciedad, aportan pocas calorías y muchos antioxidantes que mejoran el metabolismo.
Fuente: Peru.com/mujeres y supermujer.com.mx