A las 11 de la noche del pasado viernes, Ender Navis Salas Martínez, de 39 años de edad, recibió varios impactos de balas en diferentes partes de su cuerpo en lo que se presume sea una venganza.
El hecho se produjo en la avenida Juan de Dios con calle Melián, cerca del centro de Cabudare, en el municipio Palavecino. A esa hora, Ender salió de su casa como cada fin de semana a reunirse con unos amigos, pero este era especial, pues habría nacido su primera nieta y quería celebrarlo a lo grande.
Sin embargo, a eso de las 11 de la noche, un grupo indeterminado de sujetos lo interceptó en la ubicación mencionada, donde le provocaron la muerte sin razón aparente. El sujeto murió al instante, sin que nadie haya visto u oído nada. Y no fue sino hasta las 2 de la mañana de ayer, que sus restos mortales fueron llevados hasta la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda. Salas sufrió heridas de balas en el pecho, el cuello y en uno de sus pómulos.
Familiares indicaron no conocer si Ender tendría problemas y menos quién pudiera ser el responsable del hecho sangriento que provocó le provocó la muerte.
Tenía antecedentes
Pese al desconocimiento de sus dolientes, se conoció que Salas Martínez era bien conocido por los cuerpos de seguridad, quienes ya habrían encarcelado al sujeto en cuatro ocasiones, todas por robo de vehículos.
En 2003, un juez le dictó medida sustitutiva de privación de libertad, y le asignó arresto domiciliario por robar un vehículo. Pero, en el 2007, un juez dictó el cese del juicio que se llevaba en su contra a la espera de nuevas pruebas que mostraran su responsabilidad.
En este sentido, los encargados de llevar adelante las investigaciones no descartan cualquier móvil, sin embargo, priorizan la venganza como motivo de los victimarios.